Las tensas relaciones que desde hace meses venían manteniendo el gerente del Servicio Andaluz de Salud, José Luis Gutiérrez, y el equipo directivo de la Consejería, con su titular María José Sánchez Sánchez Rubio al frente, explotaron ayer con la marcha del primero, que dijo adiós al cargo. Las serias discrepancias que desde la llegada de Sánchez Rubio -nombrada consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales por Susana Díaz- al departamento han mantenido ambos, han minado la gestión del gerente, que buscó la puerta de salida.

Su cese estaba cantado. El Ejecutivo autonómico lo tenía preparado para el Consejo de Gobierno, pero se adelantó a ayer después de que trascendiera que Gutiérrez había presentado su dimisión. Sin embargo, fuentes de la Consejería de Salud informaron de que el gerente fue destituido en el marco "de una serie de cambios que se van a hacer dentro del equipo de la Consejería y el SAS en esta nueva etapa". Gutiérrez será sustituido por el actual gerente del hospital Reina Sofía de Córdoba, José Manuel Aranda.

Pero a pesar de que desde la Consejería se comunicó, escuetamente, que "en ningún momento se ha dudado de la labor" de Gutiérrez, de quien se destacó su "buen trabajo", lo cierto es que la sintonía entre el máximo responsable del SAS y la actual cúpula del departamento de Sánchez Rubio se había perdido hacía tiempo.

Ni de lejos ha habido entre ambas partes la conexión que Gutiérrez mantuvo con su mentora, María Jesús Montero. De mano de la actual consejera de Hacienda y Administración Pública, entonces al frente de la política sanitaria andaluza, llegó Gutiérrez a la gerencia del SAS. Fue en 2008, con Manuel Chaves aún en la Presidencia de la Junta.

El argumento de su renuncia, después de todo este tiempo, tiene algunas variantes, aunque se haya echado mano de la consabida "decisión personal" para justificarla. Tampoco ha sido la crisis de la gripe A, con 16 fallecidos, la espoleta que ha activado la despedida de Gutiérrez. Lo que ha alejado al gerente del SAS de su despacho ha sido un cúmulo de circunstancias que incluyen una gestión lastrada por críticas sindicales a raíz de los recortes, el profundo malestar de muchos profesionales del SAS y el desmantelamiento de buena parte de su equipo directivo por parte de Sánchez Rubio, con el trasvase de algunos de sus miembros al departamento que ahora dirige Montero.

Otro alto cargo en el Servicio Andaluz de Salud, Francisco Torrubia, gerente de los hospitales Virgen del Rocío y Virgen Macarena, de Sevilla, también dejará su puesto previsiblemente en los próximos días en el marco de los cambios promovidos por el equipo de Sánchez Rubio. Torrubia centralizó la dirección gerencia de ambos centros hospitalarios sevillanos en pleno proceso de fusión hospitalaria, unos cambios que en sus inicios tenían el objetivo de unificar las listas de enfermos para intervenciones quirúrgicas mediante la creación de unidades provinciales de especialidades.

La reorganización hospitalaria fue impulsada por el hasta ahora gerente del SAS y desde el principio ha contado con un rechazo frontal de los profesionales que han protagonizado multitudinarias protestas. La ausencia de consenso con las principales centrales en el SAS ha centrado las críticas de los dirigentes sindicales durante los últimos años.

Como especialista, Torrubia dirigió la unidad de Urología y Nefrología del Virgen del Rocío y comenzó en la alta dirección hospitalaria en 2009 cuando se convirtió en el director gerente del Hospital Virgen del Rocío, sustituyendo a Joseba Barroeta, quien ocupó el cargo 11 años.