A medida que pasan los días y ningún aspirante del PP da el paso de anunciar su candidatura, crece la tensión en este partido. Cargos del PP consultados ayer por Europa Press coincidieron en reconocer que el "nerviosismo" y la "tensión" se han instalado en las filas del partido, a la espera de que Mariano Rajoy, "comunique su decisión" sobre el candidato que relevará a Juan Ignacio Zoido al frente de la Presidencia del PP y que competirá en las próximas elecciones con la socialista Susana Díaz. Las provincias decidieron en la tarde de ayer cuántos compromisarios asistirán al congreso extraordinario, que se celebrará en Sevilla los próximos 1 y 2 de marzo.De momento, no hay ningún aspirante reconocido, a pesar de que en el PP esperaban que alguien diese el paso adelante el pasado fin de semana. Un grupo de militantes animó ayer, vía Twitter, a José Luis Sanz, secretario general del PP, a que presentase su candidatura. Entre éstos figura el vicesecretario de Ideas y Programas, Mario Bilbao. Varias agrupaciones de Nuevas Generaciones, como las de Sevilla y Almería, también se posicionaron a favor de Sanz. Los defensores del secretario general explicaron que habían firmado los avales. No obstante, no hay ningún pronunciamiento oficial sobre su voluntad.

El nombre de la alcaldesa de Fuengirola, Esperanza Oña, también sonó en los últimos días después de que militantes de su población le animanse a presentarse. Sin embargo, Oña declaró ayer que la candidatura no está entre sus planes. Después de la reunión de la junta provincial de Málaga, donde se fijó el número de compromisarios, Oña indicó que hacía ya "un año y medio" que había decidido no optar al liderazgo del PP andaluz. Hace un año y medio fue elegido Juan Ignacio Zoido sucesor de Javier Arenas en un congreso que se celebró en Granada.

Mañana miércoles, en torno a las 16:45, termina el plazo fijado para presentar una precandidatura, que debe contar con el aval de 90 militantes del partido. Las fuentes consultadas por Europa Press dan por hecho que sólo se registrará una candidatura, ya que así se acordó implícitamente en la comida que la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, celebró la pasada semana en Sevilla con los presidentes provinciales en esta comunidad. En ese mismo almuerzo, que tuvo lugar antes de la junta directiva regional, se pactó también que todas las provincias sin excepción apoyarían sin fisuras al candidato designado, ofreciendo la imagen de unidad que siempre ha imperado en el PP andaluz. Hasta ahora Mariano Rajoy no ha dado ninguna señal de quién puede ser el sustituto de Juan Ignacio Zoido, un hermetismo que está aumentando el nerviosismo en muchos cargos del partido.

"A estas alturas nadie sabe nada. Tampoco desde la sede de Génova se ha dicho nada a ningún presidente provincial. El estado de nervios es total", resume uno de los cargos consultados, que recuerda que faltan horas para cerrar el plazo de presentación de candidaturas. Muchos cargos populares consideran que José Luis Sanz no ha perdido opciones y sigue estando bien situado para presidir el partido, a pesar de que no cuenta con el apoyo de algunos sectores del PP de Málaga y de Cádiz. Eso sí, estas fuentes reconocen que desde que se frenó su candidatura, antes de la reunión de la junta directiva regional de la pasada semana, los nombres de otros posibles aspirantes ha cobrado fuerza de nuevo en los últimos días. En esa quiniela aparecen, entre otros, la ministra de Empleo, Fátima Báñez; la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, o el secretario de Estado de Asuntos Sociales, Juan Manuel Moreno. Tampoco hay que descartar al alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, que es el único con acta de parlamentario de entre los posibles aspirantes. Nieto se había autodescartado, aunque al día de hoy todas las opciones están abiertas. Sea como fuere, en el PP andaluz son conscientes de que la decisión última la tiene Mariano Rajoy, que mantiene en vilo al partido, a la espera de comunicar su decisión. El jefe del Ejecutivo viaja hoy a Ankara para una cumbre hispano-turca y no se sabe si antes habrá dado instrucciones a De Cospedal para despejar la incógnita del sucesor de Zoido.