Tres trabajadores de la fábrica Ron Montero de Motril resultaron ayer heridos de gravedad tras una sucesión de explosiones que tuvieron lugar ayer desde las 16:30 a las 18:00 horas. Un cóctel de alcohol, madera de roble y acumulación de gases hizo que la lucha en este caso de los bomberos contra el fuego supusiera una batalla campal. Hasta a tres deflagraciones en dos horas tuvieron que enfrentarse los bomberos que, en algunos casos, se tuvieron que parapetar tras los pilares de la productora del famoso ron pálido.

Según informaron fuentes sanitarias, M. L. presentaba quemaduras en un 80% de su cuerpo y tras ser conducido al Hospital Santa Ana de Motril tuvo que ser desplazado a la Unidad de Grandes Quemados del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. M. G. R. fue llevado en ambulancia a Traumatología en Granada, mientras que su hermano Miguel también fue conducido a la capital hispalense. Estas mismas fuentes apuntaron que salvo complicaciones no corría peligro su vida, aunque su estado era grave.

Los padres de los hermanos, las novias, los familiares y los amigos que de inmediato fueron avisados del suceso no pudieron contener las lágrimas al ver a los heridos tendidos en las ambulancias y derivados a otros hospitales.

La alcaldesa de la localidad, Luisa García Chamorro, que enseguida se trasladó al lugar de los hechos, lamentó el accidente y explicó que se personaron en el lugar de los hechos agentes de la Policía Nacional, Local, Protección Civil y dos camiones de bomberos con 8 efectivos. La regidora fue la que dio la noticia a la gerente de la fábrica, Andrea Martín. Este periódico pudo contactar con ella, que se encontraba en Nicaragua "buscando la manera de desplazarse hasta la bodega", y declaró que hasta el momento se desconocían las causas del accidente.

García Chamorro añadió que la carretera de la Celulosa estuvo durante dos horas cortada y que sobre las siete de la tarde estaba ya controlado el incendio. "No sólo porque que los efectivos de Emergencias pudieran trabajar, sino porque el humo era tan intenso, que por motivos de seguridad se cortó la carretera". La alcaldesa motrileña indicó que "ha habido tres explosiones, la primera es la que ha causado los heridos y después hubo incluso pequeñas deflagraciones. Se ha quemado un depósito de alcohol de 30.000 litros, por lo que hasta que el fuego no lo ha consumido no se ha podido apagar". Para finalizar, la alcaldesa comentó que "es la única bodega visitable de toda Europa, por lo que el lamentable accidente con estos tres motrileños heridos se ha producido fuera del horario de visita, que si no podríamos estar hablando de más víctimas".

Por su parte, Jesús Rodríguez, jefe de bomberos de Motril explicó que tras recibir el aviso del 112 y de varios particulares desplazaron una bomba urbana ligera y la nodriza, y a su llegada se encontraron con una de las personas fuera. Las otras tuvieron que ser sacadas por los bomberos y la Policía (uno de ellos estaba en la ducha y no quería salir de ella) y trasladadas al hospital por la ambulancia del 061. Los tres estaban conscientes.

Rodríguez apuntó como posible causa de la explosión "la acumulación de gases combustible por manipulación y por alguna chispa de maquinaria eléctrica".

"Además, nos encontramos un almacén con diferentes depósitos y con un combustible alto en alcohol. Se produce una deflagración, que ha prendido una nube de gases combustibles y ha quemado a los trabajadores", mientras que "la onda expansiva ha destruido la techumbre, puertas, ventanas y ha sacado los marcos", relató el responsable de Bomberos. Rodríguez explicó que "la destrucción del depósito nos ha ayudado a mantener el líquido ardiendo dentro del mismo, extinguimos la llama de esas maderas que son las que nos impiden extinguir el incendio, que están impregnadas de alcohol, y que cada vez que entra oxígeno se producen nuevas deflagraciones". De los 8 depósitos, el de la esquina es el que está afectado en el vértice, y el pilar coincidía con la entrada, por lo que aunque les ha valido de parapeto para otras explosiones, también ha dificultado la extinción.