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Andalucía

Reabren el caso de un condenado por tres violaciones tras 11 años de cárcel

  • La Policía alertó en 2007 de que su ADN no coincidía con el que se halló en el coche de una de las víctimas

Romano van der Dussen, de origen holandés, fue condenado por la Audiencia Provincial de Málaga a 15 años y ocho meses de prisión por tres agresiones sexuales cometidas en Fuengirola en el año 2003. Las únicas pruebas que sostuvieron la resolución judicial fueron los reconocimientos de dos de las víctimas y una testigo, mientras que ni las huellas dactilares ni el ADN obtenido coincidían con el suyo.

Simultáneamente, el británico Mark Dixie era detenido en Reino Unido por asesinato y violación. Su ADN se incorporó inmediatamente a los ficheros de material genético y fue entonces cuando, al cruzar los datos, la policía alertó de que este coincidía con los restos orgánicos hallados en el coche de una de las víctimas en Fuengirola. Según adelantó ayer El País, el informe policial, con fecha de 2007, fue remitido al juzgado de instrucción que se había encargado del caso, quien a raíz de este documento solicitó una comisión rogatoria para la obtención de pruebas en el extranjero. Pero ni la Audiencia Provincial de Málaga ni el juzgado de instrucción número 3 de Fuengirola tramitaron correctamente la documentación requerida por Reino Unido, con lo que las autoridades inglesas archivaron el asunto sin remitir las pruebas solicitadas.

Varios años después, en 2011, el abogado de Van der Dussen, Silverio García Sierra, solicitó la suspensión de la pena, aunque el Tribunal Supremo rechazó el recurso de revisión en un auto con fecha 14 de febrero de 2012 en el que, no obstante, sí se pedía a la Audiencia que se investigara. "Realmente no había datos objetivos de culpabilidad de mi defendido como huellas dactilares o ADN, salvo el reconocimiento de las víctimas", añadió. En este punto, el abogado añadió que se remitió el caso "equivocadamente" a un juzgado de primera instancia de Fuengirola, sin competencia penal, lo que dilató el asunto de un juzgado a otro sin resolverse.

Tras 11 años de condena, el juzgado de instrucción número 3 del municipio ha reabierto el caso y ha pedido a la Interpol las huellas dactilares de Dixie y, a Reino Unido, su ADN. El letrado agregó que en marzo se solicitó una nueva comisión rogatoria con carácter de urgencia pero que, a día de hoy, "las autoridades británicas aún no han contestado, lo que es inadmisible". Asimismo, el abogado del holandés encarcelado, quien según García Sierra "siempre ha jurado que es inocente y tenía testigos pero por diversas circunstancias no se tenía el domicilio de estos", insistió en que se trata de un caso "de mala praxis de los juzgados y tribunales españoles que han intervenido en este asunto".

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