"Tirar los dados del parchís no hace ruido como para despertar a nadie pero todos los que jugamos a eso o al dominó sabemos que con las discusiones por ganar o perder sí se arma un follón". Con estas palabras se refirió el presidente de la Asociación de Vecinos La Unión de Gamarra, Guillermo Jáuregui, al caso de los jóvenes sancionados la semana pasada cuando estaban reunidos con botellas de agua, una lata de refresco y una silla de playa en la plaza del barrio de La Purísima. Ese día, la Policía Local les interpuso, hacia las 02:00, una multa por la "permanencia y concentración de personas consumiendo bebidas en zonas no autorizadas", después de haber sido avisados varias veces antes, según precisó el concejal de Seguridad, Julio Andrade.

El portavoz de los vecinos reconoció lo molesto que resulta "tener debajo de la ventana de casa a 10 ó o 12 personas jugando y bebiendo de madrugada, aunque no sea alcohol". "No hace falta estar jugando al parchís, si hablan o discuten entre ellos se les escucha en el silencio de la noche", se lamentó. Pero los problemas de ruido en el barrio, según explicó Jáuregui y como ya precisó el responsable municipal de Seguridad, son notorios y van más allá de las partidas de parchís. "Esos jóvenes no son los únicos que generan ruido. Hay varios grupos en distintas zonas del barrio. ¿Es normal que a las 3:00 haya cantes flamencos?", criticó.

De hecho, afirmó, han sido varios vecinos los que por iniciativa propia decidieron trasladar su queja al Ayuntamiento para obtener una solución a una polémica que se viene arrastrando desde el mes de junio y que, según concretó, se repite cada año. "Cuando llega el verano esto es un infierno para los que viven aquí. No hablamos de tres individuos reunidos a las 23:30, sino hasta las tantas de la mañana. Hay personas mayores a las que no se les deja dormir y otras que trabajan y se tienen que levantar temprano", aseveró el portavoz de los residentes, que considera que "no se puede estar de noche a 10 metros de las casas de los vecinos porque estos tienen derecho a descansar", apostilló Jáuregui.

Asimismo, la asociación de vecinos del barrio se ha quejado del ruido producido por los jóvenes en las comisiones de trabajo del distrito en reiteradas ocasiones. La Policía, según destacó el portavoz del colectivo, patrulla por la zona con cierta frecuencia, pero los responsables de las molestias generadas hacen "caso omiso" y se quejan sólo "una vez que les han tocado el bolsillo".

Las ocho personas que fueron multadas, cada uno de ellas con 101 euros, aseguraron que recurrirán la sanción ya que no tienen recursos económicos y que la consideran "injustas". Insisten en que ningún vecino les advirtió de que se sentía molesto.

Como ya publicó este periódico, una de las características del barrio de La Purísima es su población envejecida. Debido a ello, el centro municipal que se encuentra en la zona ha reducido su horario de apertura de las 22:00 a las 20:30 por las quejas de las personas mayores que residen en calles aledañas.