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Andalucía

Las balsas de fosfoyeso necesitan 30 años para su recuperación

  • El proyecto presentado por Fertiberia prevé ese periodo para eliminar completamente el agua. El CSN considera que no es necesaria la retirada. Se restaurarán 720 hectáreas de marisma.

La restauración completa de las balsas de fosfoyeso que ocupan las marismas del Tinto será tarea de toda una generación. Según el proyecto presentado por la empresa ante la denominada mesa de los fosfoyesos, ése será el plazo necesario para eliminar completamente el agua interna de las balsas, con un intenso proceso de restauración durante los diez primeros años. La propuesta de la empresa pasa por dejar los residuos en el terreno, con el aval del Consejo de Seguridad Nuclear; eliminar el agua y controlar las escorrentías; cubrir las balsas con una capa de polietileno de alta densidad, arcilla y tierra y reforestar la zona.

La propuesta presentada por Fertiberia, aún sobre un proyecto básico (en un breve lapso de tiempo se presentará el proyecto de ejecución) parte de la base de que no es necesario retirar el fosfoyeso. Así lo considera el CSN, destacó ayer el director de Fertiberia, Roberto Ibáñez, el organismo encargado de controlar los estudios radiológicos realizados según los cuales la radiactividad del fosfoyeso sería neutralizada con una cobertura de un espesor de 50 centímetros. No sería necesaria la retirada siquiera de los fosfoyesos negros, una sustancia con una radiactividad muy superior a los residuos normales (hasta 12 veces) que fue encontrada en las balsas.

La actuación se circunscribe a un terreno de 720 hectáreas en las denominadas zonas 2, 3 y 4. En esta última, correspondiente con Marismas de Mendaña, sólo se revegetarían algunas pequeñas superficies, puesto que se trata de la zona ya restaurada por el Ayuntamiento de Huelva con una cubrición de escombros.

La zona 3, la denominada zona de seguridad, y la 2, donde se sitúan las balsas activas (en total, 400 hectáreas de marisma), sí requerirán una actuación más en profundidad. Una primera parte de la obra ya ha sido ejecutada: se han eliminado por evaporación o previo tratamiento la mayor parte de las aguas existentes en las balsas. Fertiberia construyó una planta de tratamiento de aguas que, junto a los elevados niveles de evaporación existentes en la zona, ha conseguido reducir el líquido presente en las balsas de 3,7 millones de metros cúbicos a sólo 180.000. Con esa disminución, considera que ya no tendrá que poner de nuevo en marcha la instalación, puesto que el resto del agua, incluida la que puede llegar en los meses de invierno, se evaporará. La planta se mantendrá en perfectas condiciones "por si es necesario usarla" en algún momento.

El siguiente paso también tendría que ver con el líquido, con todo un sistema de tuberías para la escorrentía de las pluviales que permita que una vez revegetada la zona el agua que se vierta en la ría llegue sin contacto alguno con el yeso, completamente limpia. El agua interna de las balsas, por otra parte, se irá drenando poco a poco evitando su salida al exterior, en un proceso que se alargará durante esos 30 años, pero con la previsión de que a partir de la primera década las cantidades "serán tan pequeñas que serán testimoniales", expuso el director de Proyectos de Fertiberia en Huelva, Juan Ramón Miró.

Conforme se solvente la cuestión hídrica, se pasaría a la fase de sellado. El plan difiere un poco del inicialmente planteado, que pasaba por un gran reperfilado; los expertos de Ardaman & Associates, que han elaborado el proyecto, proponen una cobertura con un polietileno de alta densidad pero sin excesivo retoque en el perfil de la pirámide de fosfoyesos. Después se taparía con una capa gruesa de arcilla compactada y más tarde con una cubierta vegetal. La revegetación con plantas autóctonas finalizaría una fase del proceso cuyo objetivo es evitar la infiltración de aguas pluviales en el yeso, favorecer la escorrentía de esas aguas y la regeneración vegetal de la zona.

El calendario de actuaciones de la compañía prevé tener clausurada las balsas norte y sur de la zona 2 en seis años desde el inicio de los trabajos, mientras que haría falta hasta una década para culminar la restauración de la zona 3, donde está la balsa de seguridad en la que se irían depositando las aguas extraídas. Se trata de un plan de actuación "agresivo", destacan en Fertiberia, puesto que en otros casos la empresa Ardaman tarda entre 15 y 20 años en clausurar instalaciones industriales de este tipo. En cuanto al coste de la propuesta, la compañía no quiso pronunciarse ayer a la espera de conocer el proyecto de ejecución.

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