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28-F · Tras la huella de Blas Infante

Rincones para hacer patria

  • Ocho municipios vinculados a la vida y obra del padre del Andalucismo conforman un itinerario turístico oficial.

SU vida en Casares lo marcó muchísimo. La pobreza, los jornaleros... y siempre le encantó volver a Casares: su madre vivía allí y él era un hombre enamorado de su madre. Pero él era un hombre muy trabajador, no paraba". Con estas palabras, María de los Ángeles Infante, hija de Blas Infante, explicaba en una entrevista a este periódico la vinculación de su padre con su tierra natal y su pasión por su profesión, que lo llevó a residir en distintos puntos de la región y a dejar su huella en cada uno de ellos. El municipio natal del malagueño bien podría ser el punto de partida de un recorrido turístico-cultural que, tras dos años de trabajo, esta semana se ha formalizado con la Red de Municipios de la Ruta de Blas Infante. En una asamblea celebrada en la Fundación Blas Infante, regida por su presidenta, María de los Ángeles Infante, se consolidó esta iniciativa que oferta al ciudadano una nueva mirada sobre Andalucía y su historia, una visión personal por el itinerario biográfico del Padre de la Patria Andaluza.

Los orígenes de este proyecto se remontan a 2013, cuando una delegación del Ayuntamiento de Casares y la cooperativa Atrapasueños propusieron esta ruta. Pronto, los municipios vinculados a la figura de este símbolo del Andalucismo Histórico se sumaron a la red y hoy son ocho los ayuntamientos que forman parte de este singular viaje por Andalucía: Casares, Manilva, Archidona, Isla Cristina, Cantillana, Coria del Río, Peñaflor y Castro del Río. En esta conexión de las localidades infantianas también cooperan la Dirección General de la Memoria Democrática y la Consejería de Turismo y Comercio de la Junta de Andalucía.

El hilo conductor de esta ruta es Blas Infante, pero en ella el patrimonio cultural y las tradiciones de los diferentes pueblos son las excusas perfectas para dar un valor añadido a cada una de las paradas de obligada visita.

Paradigma de pueblo blanco andaluz, declarado Conjunto Histórico Artístico, en Casares nació Blas Infante Pérez de Vargas. Su recuerdo lo inunda todo aquí. Al llegar al pueblo, subiendo la cuesta de la calle Carrera, en el número 51, se puede visitar la Casa Natal de Blas Infante. El edificio ha sido remodelado recientemente, en 2013, si bien el inmueble fue comprado por el Ayuntamiento e inaugurado en 1998. Uno de los objetivos de esta nueva etapa es ofrecer al visitante la conexión entre el Andalucismo Histórico y la defensa de Andalucía en la actualidad. La exposición En defensa de Andalucía y la vitrina dedicada a la Memoria Democrática de Andalucía contienen este objetivo.

En sus paredes pueden apreciarse pinturas originales de artistas como Vázquez de Sola, Ocaña, Rafael Alberti… y originales poemas de Juan de Loxa, Julio Vélez, entre otros. La biografía completa de Blas Infante en paneles explicativos y un documental sobre su vida y relación con Casares también se encuentran, así como la reproducción del certificado de nacimiento y la edición facsímil de La Constitución de Antequera de 1883.

Muy cerca de Casares, en el municipio de Manilva, Blas Infante pasó inolvidables momentos en muchas excursiones a sus playas o camino de Gibraltar, ciudad que visitó en más de una ocasión. En Sabinillas, barriada costera de Manilva, se encuentra la casa en la que veraneaba, que mantiene el nombre de Villa Matilde, nombre de la cuñada de Blas Infante. Este espacio está distinguido con una cerámica como lugar infantiano.

En la comarca nororiental de Málaga, Archidona presenta un rico patrimonio arquitectónico declarado Conjunto Histórico-Artístico. Este es el lugar donde Blas Infante estudió sus primeros años y abrió los ojos a la realidad social de su Andalucía.

Entre 1896 y 1899 su familia lo matriculó como alumno interno del colegio de los Padres Escolapios. En este ambiente jugó, estudió y convivió con los hijos de jornaleros, mientras recibía una educación ilustrada, liberal y renovadora. Es aquí donde escuchó y aprendió a cantar por primera vez el Santo Dios, himno de los padres escolapios y que serviría de base al himno de Andalucía que escribirá más adelante en Cantillana.

Tras aprobar las oposiciones, tomó posesión de la notaría de Cantillana, que mantuvo de 1910 a 1922, en la esquina de la calle Iglesia con la antigua Severo Ochoa, justo hoy donde se encuentra una placa conmemorativa. En la casa contigua residió con su esposa Angustias tras el matrimonio de ambos en 1919, aunque este edificio hoy no se conserva. En esta época mantuvo amistad con personalidades del movimiento fisiocrático y conoció al médico anarquista Pedro Vallina, que inauguró un sanatorio antituberculoso en las afueras de la localidad. Ingresó en el Ateneo de Sevilla, donde siguió la actualidad social y política.

Como extensión de Cantillana, Blas Infante pasó notaría en el Ayuntamiento de Peñaflor, en la actual Casa de la Cultura. Allí conoció a Angustias García Parias, con la que contrajo matrimonio el 19 de febrero de 1919. En esta época vivió unos años de intensa actividad política antes de su marcha a Isla Cristina.

Blas Infante llegó a Isla Cristina en 1922. En octubre de 1921 acudió al Teatro Victoria de Isla Cristina para impartir una conferencia a la que asistieron Ortega y Gasset y Manuel Siurot, entre otros ilustres intelectuales. Al año siguiente permutó su notaría por la de esta localidad y mudó allí su residencia. En la localidad onubense, además de una intensa actividad cultural, tuvo a sus dos primeras hijas, Luisa y María de los Ángeles.

Tras la dictadura del general Primo de Rivera, Blas Infante volvió a permutar su notaría, ahora por la de Coria del Río, y estableció su residencia en Dar al Farah (Casa de la Alegría). Hoy es Casa-Museo y forma parte del recinto museístico del Museo de la Autonomía de Andalucía. Los visitantes pueden recorrer las estancias originales y a la vez disfrutar de un innovador discurso museográfico que permite redescubrir su figura.

El 2 de agosto de 1936 Blas Infante fue detenido por los sublevados en su casa de Coria del Río y conducido a la Cámara Agraria, donde la Falange Española de las JONS había instalado su cuartel. Unos días más tarde fue trasladado al antiguo Cine Jáuregui, también reconvertido en este caso como cárcel. Finalmente fue fusilado a la altura del kilómetro 4 de la carretera Sevilla-Carmona.

Este viaje no puede acabar sin una escapada al municipio cordobés de Castro del Río para conocer un lugar de vital importancia donde se produjeron los movimientos campesinos y jornaleros que fijaron aún más los ideales de tierra y libertad de Blas Infante.

Casares

El nacimiento del andalucismo. El 5 de julio de 1885 nació Blas Infante. Se conserva su casa natal a modo de museo. Allí, el autor de El Ideario Andaluz comenzó a cobrar conciencia de las condiciones de vida del campesinado andaluz, motivo por el que el Ayuntamiento de la localidad convoca unos Premios Solidarios, además de haberle dado el nombre de Blas Infante a su centro cultural. 

Coria del Río

Un referente para la historia. En este municipio está la última casa que habitó, de donde fue sacado para ser fusilado. Hoy convertida en museo, está totalmente restaurada y pueden visitarse sus estancias como el comedor principal, que recoge en sus cuatro paredes pinturas murales de estilo orientalista, la biblioteca, que consta de más de 1.500 volúmenes, o el despacho, en el que pueden contemplarse algunos de los objetos habituales de su trabajo.

Cantillana

Los inicios como notario. La primera notaría que tuvo Blas Infante fue en Cantillana, de la que tomó posesión en 1910 y en la que trabajó hasta 1922, en unos años cruciales para fraguar su ideario. En la actualidad, se conserva una placa en el lugar. Allí practicaba tertulias con su pasante ateneísta y, antes del amanecer, escuchaba a los segadores que cantaban el Santo Dios, una composición que aprendió en los escolapios de Archidona y le inspiraría el Himno de Andalucía.

Peñaflor

Un despacho y su matrimonio. En Peñaflor trabajó como notario y allí se distinguió por sacar su escritorio al aire libre, en la plaza del pueblo, y ponerlo al sol para atender a lo vecinos. Se conserva la casa familiar, donde contrajo matrimonio en la capilla que había en su interior el 19 de febrero de 1919. En esta época es la primera vez que  concurre a unos comicios, a las elecciones a Cortes de 1919, por el distrito de Gaucín. También lo hace por el distrito de Sevilla en la candidatura de la Democracia Andaluza.

Archidona

Un lugar para el estudio. Para el ideario de Blas Infante fue determinante la etapa en Archidona. Interno escolapio -hoy Instituto Barahona de Soto- veía desde los balcones cómo los sacerdotes daban la sopa de guiropa (carne con patatas) a los jornaleros hambrientos y desempleados. Desde el pequeño observatorio astronómico del colegio apuntaba a la Peña de los Enamorados, paisaje del que encargó un fresco que puede verse en su casa de Coria.

Isla Cristina

Un refugio de culto junto al mar. Nueve años ejerció como notario en Isla Cristina viviendo en una casa que ahora están rehabilitando. Este periodo determinó su conocimiento del trabajo marinero. Fue aquí donde aprovechó para escribir algunas de sus más reconocidas obras, participó en la fundación de su Ateneo y publicó en La Higuerita.

Manilva

Una casa para las vacaciones. Blas Infante veraneaba en esta localidad, donde se conserva la casa que habitaba durante esos periodos de descanso y que será convertida en un museo dedicado a su figura.  En Sabinillas, barriada costera de Manilva, su hermano Ignacio compró esta finca para que la familia se reuniera en verano, pues era juez de Alcalá de Henares y sus padres habían trasladado la residencia a Madrid.

Castro del Río

Una vinculación ideológica. La unión de Blas Infante a este pueblo cordobés no es física sino ideológica. En esta localidad cobró una gran dimensión el movimiento anarquista -el antiguo Centro Obrero donde los jornaleros aprendían a leer aún se conserva- que tanto influiría en el pensamiento de Blas Infante y en su visión del problema agrario.

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