El idilio entre el Gobierno de Susana Díaz y Ciudadanos (C's) está sufriendo su primera crisis pública. La comisión de investigación por el presunto fraude en la financiación de los cursos de formación por parte de la Junta desde 2002 se está convirtiendo en una importante prueba para las relaciones de ambos partidos.

El presidente y portavoz parlamentario de C's, Juan Marín, alertó ayer de esta nueva realidad que incomoda al PSOE andaluz. "Ha habido un enfriamiento en las últimas semanas", reconoció. El motivo de este deterioro de la relación entre la formación naranja y los socialistas ha sido "especialmente el tira y afloja" en la comisión de investigación.

El PSOE consideraba, y lo ha defendido públicamente en todo momento, que la presidenta, Susana Díaz, no tenía necesidad de comparecer ante los parlamentarios. Según los socialistas, Díaz no había tenido responsabilidades en los hechos fraudulentos investigados, ya que llegó a la Presidencia con posterioridad y éstos ocurrieron durante los mandatos de Manuel Chaves y José Antonio Griñán.

C's y el resto de partidos siempre han opinado lo contrario. Susana Díaz ocupó cargos orgánicos e institucionales durante los años investigados y, además, paralizó los cursos de formación cuando Griñán le dejó el mando del Gobierno andaluz. "El PSOE manifestó públicamente desde el principio que la presidenta de la Junta no tenía que comparecer, nosotros decíamos que sí y finalmente va a comparecer. Van a venir todos los que tienen que venir. Lo cierto es que hay comisión de investigación y, al final, el circo se ha desmontado", afirmó Marín.

Además, el PSOE quería el apoyo de C's para que en el caso de que Díaz finalmente tuviera que declarar, lo hiciera al inicio de las comparecencias, con el objetivo de diluir su impacto mediático y evitar que la oposición manejara toda la información que pudieran obtener de entrevistar al resto de comparecientes.

Ese fue el "tira afloja" al que se refirió ayer Marín, ya que en principio C's tenía previsto apoyar al PSOE e imponer la mayoría que tienen en conjunto en el Parlamento con 56 diputados, frente a los 53 del resto de partidos. Incluso, anunció públicamente que así sería. Aunque finalmente, cambió de postura y contrarió al PSOE.

Marín aseguró ayer que su partido no había cambiado de opinión respecto a la fecha de comparecencia de la presidenta sino que lo que manifestó es que si él fuera el presidente de la Junta habría querido ir el primero a comparecer y dar explicaciones. "Díaz va a tener que venir cuando lo han decidido todos los grupos, en último lugar", sentenció Marín.

Los pocos avances logrados en pos de lograr una reducción del impuesto de sucesiones y donaciones es otro de los temas que está erosionando la relación entre C's y PSOE. Marín afirmó ayer que se reúne todas las semanas con el vicepresidente de la Junta, Manuel Jiménez Barrios, para tratar este asunto, pero la realidad es que la posturas aún están alejadas. En la próxima reunión entre PSOE y C's para analizar la modificación del impuesto, la formación naranja defenderá su propuesta de elevar el mínimo exento a los 350.000 euros. Marín insistió en que va a "apretar" a los socialistas para que la reducción se produzca durante 2016, algo que dejaría entre 120 y 130 millones de euros menos en las arcas andaluzas.

El PSOE, por su parte, aseguró ayer que no existe "enfriamiento" entre ambos partidos. El portavoz socialista en el Parlamento, Mario Jiménez, lo desmintió ayer: "Las tomas de temperatura a las que se refiere Marín no se cuáles son". Aunque, sobre la comparecencia de Díaz en la comisión de investigación, Jiménez aseguró que en contra de la posición del PSOE, "C's ha preferido vincularse más a la posición del PP-A".