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Andalucía

Sólo un 3% de la comunidad gitana vive en chabolas y un 56% en VPO

  • Un mapa sobre el acceso a la vivienda desmonta el "tópico" que identifica a la raza calé con el chabolismo · Uno de cada tres reside en la comunidad andaluza

Un estudio sobre el acceso a la vivienda de la comunidad gitana ha venido a arrojar luz sobre las condiciones en las que vive este colectivo con arraigada presencia en Andalucía. De hecho, según el mapa sobre vivienda y comunidad gitana en España, el 37,4% de los gitanos del país viven en nuestra región, una estimación de 169.732 personas.

Los datos del estudio elaborado por la Fundación Secretariado Gitano, presentado ayer por Juan Espadas, consejero de Vivienda, y el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, entre otras autoridades, viene a desmentir la "tópica imagen social" que relaciona a los gitanos con las chabolas o las cuevas. Sólo un 3,9% de esta etnia reside en estas infraestructuras de dudosa dignidad. Por contra, un 38,9% tiene fijada su residencia en una vivienda libre (38,9%) o en una protegida (56,6%). Serían en total, según el análisis, 34.076 viviendas habitadas por miembros de la comunidad gitana en Andalucía, el 37,1% del total nacional.

El informe publicado por la Fundación, con datos de 2007, viene a actualizar el mapa de 1991. Desde ese año, el incremento de viviendas ha sido de un 34,4%. En 301 municipios andaluces se distribuyen los 716 barrios o asentamientos en los que reside población gitana.

Le seguirían Valencia, con 129 municipios, y Cataluña, con 94. Otras de las características del asentamiento de la comunidad gitana en Andalucía consiste en que en un 99% de los casos hay una concentración de más de diez viviendas. Esta concentración residencial, aporta el estudio, "podría indicar la pervivencia de estrategias de unión ante posibles desigualdades sociales y residenciales".

No obstante, la situación "ha mejorado", comentó Isidro Rodríguez, director de la Fundación Secretariado Gitano, que apuntó a la subsistencia del chabolismo y a la complejidad del realojo de estas personas en barrios normalizados como las dificultades a superar.

La ley del derecho a la vivienda que quiere aprobar la Junta de Andalucía supone para la comunidad gitana una "esperanza" para la integración, afirmó Rodríguez. "Nos hemos beneficiado más de las políticas generales que de las específicas", subrayó.

Juan Espadas, consejero de Vivienda, expresó una "moderada satisfacción" por la evolución de la población gitana en lo que respecta al problema de la vivienda. El primer informe reflejaba que un 31% de este colectivo residía en infravivienda frente al 12% actual -aparte de las chabolas, un 8,4% reside en viviendas muy deterioradas-.

José Chamizo, Defensor del Pueblo andaluz, se preguntó hacia dónde se dirige el nuevo modelo económico y deseó que "el retroceso de la especulación inmobiliaria derive ahora en que se procure un techo digno y adecuado" para todas las personas. El Defensor apostó por la integración, pero también avisó: "Cuidado con perder la identidad, porque corremos el riesgo de dejar de ser multiculturales". Chamizo abogó por aprovechar el momento actual para unir en el debate las dos futuras leyes de Vivienda y de Inclusión Social.

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