"Cuando haya que hacer el cambio, se hará de la noche a la mañana y sin que nadie se entere, no lo vamos a retransmitir". Parece que el pronóstico que un alto cargo del PSOE andaluz realizó hace unas semanas se ha cumplido. Nadie sospechaba que Chaves saliera de este modo de la Junta de Andalucía -se va a ocupar una vicepresidencia de Relaciones Autonómicas-, y su más que posible sustituto, José Antonio Griñán, siempre negó que el sería el ungido por una razón de edad. Claro, que también es una excusa perfecta para no sentirse señalado. No obstante, algo de cierto había porque el actual vicepresidente económico se negó en un principio a aceptar el cargo, por lo que Manuel Chaves y la dirección del partido han necesitado de algunas conversaciones para terminar de convencerlo.

Si Manuel Chaves promete esta semana su cargo ante el Rey, sería el vicepresidente primero, Gaspar Zarrías, quien se haría cargo de la Presidencia de manera provisional. Eso en caso de que Zarrías no le acompañe a Madrid o a otro cargo, en cuyo caso Griñán como vice segundo se convertiría automáticamente en presidente, aunque su elección habría que revalidarla en el Parlamento andaluz.

Griñán fue desde el inicio de esta legislatura el candidato preferido por la dirección del PSOE andaluz y la parlamentaria Mar Moreno, la del entorno de Rodríguez Zapatero y de la calle Ferraz, sede de la ejecutiva federal del partido. Pero el vicesecretario general del PSOE-A, Luis Pizarro, reveló hace dos semanas que su homólogo en Madrid, José Blanco, se comprometió ante la dirección regional a que la sucesión de Manuel Chaves se produciría tal como indicaran los andaluces. Y así parece que ha sido. Pizarro logrará ahora lo que no pudo ser en el congreso de Granada: se convertirá de facto en el secretario general del PSOE andaluz, toda vez que Chaves tendrá muchas más ocupaciones en su nuevo puesto.

José Antonio Griñán es, sin duda, el miembro más destacado del actual Gobierno andaluz. Ha sido él quien ha llevado las negociaciones sobre la deuda histórica y quien presentó a José Luis Rodríguez Zapatero el sistema de financiación autonómica que más se ajustaba a una visión del conjunto de España.

José Antonio Griñán Martínez (Madrid, 1946) es licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla e inspector técnico de Trabajo y Seguridad Social desde 1970. Casado y padre de tres hijos, cuenta con una amplia experiencia en puestos de responsabilidad política, tanto en los gobiernos central y andaluz como en el Congreso de los Diputados y en el Parlamento de Andalucía. Autor de diversos estudios sobre empleo y Seguridad Social, está en posesión de la Gran Cruz de la Orden de Carlos III. Entre los numerosos cargos que ha desempeñado en su trayectoria política destacan el de ministro de Sanidad y Consumo (1992-1993), ministro de Trabajo y Seguridad Social (1993-1996), viceconsejero de Trabajo de la Junta de Andalucía (1982-1986) y consejero de Salud (1990-1991). Durante la presidencia española de la Unión Europea en 1995 ostentó la presidencia del Consejo de Ministros de Empleo y Asuntos Sociales. En el ámbito parlamentario, José Antonio Griñán ha sido diputado a Cortes por Córdoba durante las legislaturas V, VI y VII.