Esteban Cámara es la constatación de que la red de bancos de sangre de cordón umbilical (NetCord) no tiene fronteras. Este malagueño ha superado una leucemia gracias a la donación de una mujer de Estados Unidos. Y ayer, justamente, salió hacia Nueva York una bolsa del banco de Málaga para intentar curar allí a otro enfermo.

"Es importante que sigan las donaciones porque se salvan vidas. Gracias a una yo hoy lo puedo contar", afirma.

Esteban era militar. Había estado tres veces en Irak y corría 14 kilómetros diarios. Pero en noviembre de 2007 le diagnosticaron una leucemia de las peores. A este golpe, le siguió otro: en todo el mundo no encontró un donante de médula ósea compatible. El trasplante de sangre de cordón era su último asidero. La transfusión de las células madre se la hicieron en junio de 2008.

Y lo puede contar: "Ahora estoy bastante bien. He cogido un virus porque soy como un niño que tiene que desarrollar su sistema inmunológico; pero estoy saliendo gracias a la donante y a los profesionales del Hospital Carlos Haya que me han cuidado bien".

Aunque su sistema inmunológico sea como el de un crío, él tiene 36 años. Después de la quimioterapia y casi dos meses en la cámara de aislamiento del hospital, casi no podía caminar. Un año después de aquel mal trago, hace natación light y cursa segundo año de Criminología.

Aún es más vulnerable que las demás personas a virus y gérmenes. Por eso esquiva los lugares concurridos y , en ciertas ocasiones, tiene que encasquetarse la mascarilla. No sabe qué tiempo tardará su recuperación. "El problema de esta enfermedad es que es una lucha continua y tienes que cuidarte. Pero estoy contento y mi familia también", cuenta con alegría en los ojos.

Esteban no rehuye las fotos ni el testimonio. Dice que lo hace para fomentar la donación de cordón umbilical: "Yo ya, si Dios quiere, estoy saliendo; pero es necesario que esto continúe por el bien de otros enfermos".