Ciudadano del mundo, que es otra forma de decir andaluz universal, y desde 2004 embajador de España ante el Reino de Marruecos, Luis Planas Puchades (Valencia, 1952) recibe amablemente a este periódico en su despacho de la Cancillería en Rabat para analizar el estado de las relaciones entre las dos orillas del Estrecho de Gibraltar. Luis Planas regala metáforas con rigor y fluidez. "Marruecos se mira en España a través del espejo de Andalucía. El progreso de ésta es el mejor acicate para las transformaciones en curso que vive Marruecos". El embajador español celebra que el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, con quien le une una profunda amistad, eligiera Marruecos como destino de su primera visita oficial al extranjero, que tuvo lugar la pasada semana.

Metáforas rotundas, situación dulce que el embajador confirma. "El momento que viven las relaciones entre España y Marruecos es muy bueno; casi olvidada queda una situación de partida en la que algunas convulsiones dificultaron el diálogo. Se ha consolidado una relación sólida de confianza y respeto mutuo. Y Andalucía se inserta en esa lógica". El embajador no duda en conferir a nuestra comunidad un papel esencial en el engranaje de las relaciones entre ambos países. "Andalucía constituye una plataforma estratégica de la aproximación con España y la Unión Europea, en el puente entre ambas y Marruecos". Por ello, el embajador eleva a la categoría de "visita europea" la efectuada la pasada semana por tierras magrebíes por el presidente Griñán. "Como andaluz y como embajador de España me siento muy honrado y feliz de esta primera visita al extranjero, que es especialmente importante, del presidente de la Junta. Una elección lógica desde un punto de vista de una práctica diplomática consolidada y por el hecho de que Marruecos es vecino exterior de la comunidad". Planas vislumbra un porvenir prometedor que no ha hecho sino comenzar. "Existe un interés presente y que se proyectará en el futuro de Andalucía por Marruecos, que se manifiesta en el número de visitantes mutuos, que va en aumento, y sobre todo, por el creciente deseo de nuestros empresarios por instalarse o establecer relaciones comerciales con este país".

La exitosa celebración de Expo Andalucía Marruecos en Casablanca, feria en la que tomaron parte más de 200 empresas e instituciones de nuestra comunidad, constituyó el eje central de la visita del presidente andaluz y la mejor prueba del interés creciente por el vecino de otro lado del Estrecho. "Expo Andalucía es uno de los foros más importantes que se han celebrado en los últimos años, un gran éxito, y espero que nuestras sociedades encuentren oportunidades de negocio con empresas y entidades marroquíes". No en vano, como recuerda Planas, aproximadamente un tercio de las empresas españolas con intereses comerciales o inversores en el país norteafricano son andaluzas. Nuestra comunidad, además, es la segunda región española que más exporta a Marruecos, después de Cataluña. "El principal interés que Marruecos despierta en nuestros empresarios se halla en la proximidad y en las transformaciones que vive esta sociedad, no tan lejanas de las que experimentó hace no demasiado Andalucía. Como el crecimiento de una clase media que hace de éste un mercado atractivo. Además hay que destacar el factor ubicación, gracias a los menores costes del país y a los acuerdos comerciales que Marruecos mantiene con la Unión Europea, EEUU y los firmantes del Acuerdo de Agadir [iniciativa para el libre comercio entre Túnez, Marruecos, Jordania y Egipto]".

Catorce kilómetros de distancia, que no siempre en línea recta. "Al sur de Tarifa existe otro mundo en términos culturales, sociales y religiosos. La realidad es que el alto grado de conocimiento del Sur sobre el Norte no siempre se corresponde con el que desde el Norte se tiene sobre el Sur". Pero Marruecos cambia y el embajador español da cuenta de ello: "El país vive un momento muy interesante en lo político, como demuestran las dos últimas elecciones, generales y municipales, y en lo económico, dadas las transformaciones que está impulsando Mohamed VI. El nuevo puerto de TágerMed, como representación de un norte marroquí que retoma la senda del progreso, es sólo un ejemplo de los avances en el campo industrial, en el de los servicios y en las comunicaciones". Planas se detiene en su discurso en el especialmente activo papel de la mujer marroquí, rasgo específico de los cambios que vive el vecino del sur: "En pocos países del Mediterráneo se encuentran mujeres tan presentes en la actividad empresarial como ejecutivas como en Marruecos".

Andalucía como puente y espejo. Dos metáforas reflejadas en el Guadalquivir. A sus orillas, en Córdoba, unos pocos kilómetros al norte de Rabat, junto a la Mezquita, tiene el embajador de España en Marruecos su otro hogar. Al otro lado de la frontera, en el distrito de las embajadas de la capital marroquí, salpicado de mezquitas y modernos centros comerciales, continúa su apretada agenda Luis Planas, en un entorno convertido quizá en otra metáfora, la de los cambios de una sociedad que se esfuerza por no tomar otra senda que la del progreso.