El 14 de octubre de 2009, el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, presentó con fastuosidad el plan a seguir para sacar del letargo al río Guadalquivir, que apoyaron diputaciones, ayuntamientos, sindicatos y empresarios. Un consorcio, previsto para inicios de 2010, se encargaría del diseño del plan. Este organismo "motor" del Proyecto Guadalquivir vio la luz ayer en el Consejo de Gobierno, más de año y medio después de su presentación, y sobre todo, en un momento de incertidumbre sobre quién y cómo se explotará la cuenca tras la sentencia del Tribunal Constitucional contra las competencias exclusivas de Andalucía sobre el río.

Pero la consejera de la Presidencia y portavoz, Mar Moreno, restó importancia al litigio para que este proyecto sea eficaz y descartó que el conflicto de competencias afecte al consorcio.

"No habrá impacto de ese nuevo modelo jurídico en este proyecto", aseveró Moreno, quien señaló una próxima reunión con el Gobierno para avanzar en la fórmula sobre cómo se gestionará el Guadalquivir cuando en octubre finalice la encomienda de gestión que de forma transitoria ostenta la Junta.

De hecho, entre los integrantes de este instrumento no está el Gobierno. La presidencia la ostentará el presidente de la Junta y su consejo rector estará formado por 25 miembros, de los cuales 14 los aporta la Junta, seis las diputaciones (uno por cada provincia con afección del río, todas las andaluzas salvo Málaga y Almería y se incluye Granada por el Genil), uno de la asociación red ciudades, dos miembros de los empresarios, uno de UGT y otro de CCOO.

¿Pero qué pasa con las acciones que sean por ejemplo de obra pública y que impactan sobre el río? El proyecto se sustenta en la idea de una importante inversión pública y privada en infraestructuras en ambas orillas de la cuenca. Luciano Alonso, consejero de Turismo, Comercio y Deporte, señaló que se pedirá "permiso" al Gobierno en estos casos.

Alonso destacó que este consorcio cuenta con un capital fundacional de dos millones de euros y lo calificó como el "paradigma del modelo de economía sostenible que queremos en Andalucía". El Proyecto Guadalquivir cuenta con un presupuesto de inversión en 2011 de siete millones.

El consejo rector deberá aprobar un programa de actuaciones como un plan de actuación anual, aún por definir. A falta de conocer la letra pequeña, las grandes líneas del proyecto pasan porque el río sea "el principal eje impulsor del desarrollo socioeconómico de los municipios del interior" de la comunidad. La iniciativa creará la Gran Ruta del Interior de Andalucía a partir del máximo aprovechamiento turístico del río y sus márgenes.

En el apartado de medidas concretas, una de las perlas que recoge el proyecto es un sendero de 700 kilómetros, que podrá ser recorrido a pie, en bicicleta o a caballo.

Además, se remodelarán 33 estaciones de tren para la configuración del proyecto Guadalrraíl y se construirán 42 estaciones fluviales en varios tramos del río y embalses como zonas de usos recreativos, turísticos y deportivos.

Estas áreas se crearán cada 25 o 30 kilómetros y algunas de ellas funcionarán como centros de visitantes para canalizar los flujos turísticos a los distintos territorios representativos de la cuenca, como la sierra, la vega, el Genil, la marisma y la desembocadura, precisó el consejero.

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