Como buena estepeña, Pepa Jiménez realizó sus estudios mientras los compaginaba con la campaña de mantecados. "He trabajado desde camarera a cajera de un banco", nos cuenta, aunque el trabajo donde más feliz se ha sentido "ha sido en una fundación en la que ha podido ayudar a los demás".

Desde muy pequeña ha estado siempre vinculada con la artesanía. "Mi padre, don Antonio Jiménez, siempre estaba inventando en casa; que si una noria para el portal de belén, que si una avioneta que haga de veleta para la azotea… Como era lo que veía, yo también ideaba mis propios inventos. De los collares que se les rompían a mi madre o hermanas, sacaba pendientes, colgantes hippies, pintaba cualquier tarrito y hacia joyeros…".

Con motivo de la crisis, en el verano del 2012, Pepa se quedó desempleada y con mucho tiempo libre. Fue entonces, recuerda, cuando "en lugar de comprar los regalos de cumpleaños para mis amigas, comencé a hacerlos yo". Empezó con los abanicos y, fue tal el éxito, que aquel verano hizo unos 200.

"Como había que darle un nombre a todo lo que estaba pasando, surgió eSpepa Art. Un juego de palabras entre mi querido pueblo, Estepa, y mi nombre Pepa".

Aunque está muy vinculada con la capital, la localidad sevillana es un punto de encuentro con su padre, familia y gran cantidad de amigos. "Para mí es un orgullo ser de Estepa, un pueblo tan trabajador y con una idiosincrasia que me encanta, sin olvidar el aroma a canela y almendra tostada que tenemos. Nunca me alejo de allí y, de hecho, estoy más cerca que nunca porque me he asociado con Arteistabba (Asociación de Artesanos de Estepa), con los que tengo muchos proyectos. El más cercano es un Mercado Barroco que tendrá lugar del 6 al 9 de diciembre en el propio municipio estepeño".

Variedad y originalidad. ¿Qué nos ofrece eSpepa Art? Abanicos con una frase optimista, brazaletes, colgantes, broches y pendientes hecho con papel encolado, tazas para desayunos alegres y divertidas, lámparas de pino y una extensa gama de abalorios de cristal y piedras naturales.

"Mis abanicos y brazaletes están por toda la provincia de Sevilla pero, además, también han llegado a muchos lugares del mundo: Austria, Rusia, Chile, Australia… De hecho, algunas de las famosas que tienen un abanico eSpepa es la bailaora Cristina Hoyos".

Los abanicos y las tazas, apunta la artista, "intentamos personalizarlos todo lo que podemos; me encanta hacerlo y sacar a los clientes una sonrisa. Es fundamental en estos tiempos tan difíciles. Los brazaletes los hacemos entre mi pareja, Alejandro, y yo. Si nos piden cualquier imagen personalizada estamos encantados de hacerla al gusto, eso sí, siempre con el toque eSpepa".

En estos momentos de tanta globalización, reconoce, "la gente quiere exclusividad, quieren que su brazalete, pendientes, abanicos... ¡sean únicos! Y eso es lo que eSpepa Art ofrece como una de sus máximas prioridades".

De hecho, continúa, "vendemos mucho en mercados de arte y diseño como el de los Bermejales, que se hace el primer y el tercer domingo de cada mes, en el navideño de Tomares, San Viernes del restaurante La Raza, en el del convento de Santa Clara de Estepa…". En realidad, concluye, pese a todo, "no se puede vivir del arte; te ayuda, sobre todo, a tener la mente ocupada, a estar en contacto con la gente en los mercados. La persona desempleada tiende a aislarse por no poder tener la misma vida social que cuando se cuenta con un salario mensual; salir de la rutina mejora la autoestima. Cuando cualquier persona pasa por mi stand y me felicita por mi trabajo... me hace muy feliz. Y si saco una sonrisa con las frases de mis tazas… ¡ni te cuento!".

Mientras Pepa Jiménez se prodiga en mercados y redes sociales -https://www.facebook.com/espepaabanicos-, la página web se encuentra en construcción (www.espepa.com) y su optimismo está por las nubes. "Mi próximo proyecto es que las ventas de Navidad salgan bien y, para el próximo año, ya veremos lo que depara el futuro. Porque, como siempre digo, si no tengo trabajo, me lo invento".