Pudiera ser una sagaz estrategia negociadora o simplemente que se le van cayendo los principales naipes de la baraja, si se permite el símil vinculado a las negociaciones del Baloncesto Sevilla con los entrenadores. Queda margen para fichar, por supuesto, pero existe ya cierto nerviosismo por los nombres que finalmente han rechazado venir a San Pablo después de iniciar los contactos, cada cual con sus respectivas razones.

En el limbo se quedó aquella alternativa que parecía garantizada de Sergio Hernández. El entrenador argentino partía en la pole position para cruzar el charco desde Brasil y embarcarse en el proyecto hispalense, deseoso como está de dirigir en la Liga Endesa. Daba la sensación de que vendría de la mano del base Facundo Campazzo, cuyo nombre suena ahora para el Real Madrid, e incluso que podía mantenerse en el equipo Marcos Mata, finalmente fichado por el Franca brasileño cuando José Luis Galilea pretendía renegociar las condiciones pactadas en el verano pasado para su segunda campaña aquí.

Llegaron luego las dos charlas con Aíto García Reneses para buscar puntos de encuentro en pos de la renovación del técnico madrileño, quien algo ofendido por no contar con él en la toma de decisiones previas respecto a la primera plantilla, desestimó el ofrecimiento y a la semana y media firmó por un par de años en el Gran Canaria.

Apareció el nombre de un preparador de prestigio, que volvería a Sevilla después de su marcha un tanto extraña cinco años antes camino de Las Palmas. Pedro Martínez tuvo conversaciones con Galilea y varias fuentes aseguran que todo estaba pactado para que el catalán regresara con una vinculación multianual que le garantizara un proyecto a largo plazo, del mismo modo que apuntan a que las condiciones verbales no fueron las mismas que luego le enviaron en el contrato. Martínez se echó para atrás y dijo que no a la propuesta.

Entonces surgió Sito Alonso, comprometido con el Bilbao Básket por tres campañas con unos suculentos emolumentos, aunque la decisión de la Liga ACB de no incluir al club vasco en la próxima edición del campeonato lo ha colocado en una situación peliaguda. Preparador de la selección española sub 17 y nuevo asistente de Orenga en el Mundial de España, a Alonso no le convencieron las cantidades ofrecidas por Galilea y fue el último que rechazó el banquillo hispalense.

Zan Tabak, conocedor del club tras ser el ayudante de Plaza, es la última alternativa. El técnico, que trabaja para la selección croata, tiene experiencia como primero tras su paso por Gerona, Polonia y Vitoria. Pero, desde su entorno cuentan que no hay oferta en firme, sólo contactos. Eso hace pensar que aún hay candidatos por delante. El club, por tanto, amaga pero no concreta. O más bien no concretan los técnicos que quieren...