Tantos vaivenes, dimes y diretes, reuniones con Aíto García Reneses, Pedro Martínez y Sito Alonso, conversaciones con Marco Crespi e incluso con Zan Tabak, ofertas enviadas y casi firmadas con alguno de ellos, todos nombres con un amplio bagaje en los banquillos, salvo el croata, pero conoce bien el baloncesto español y también ha dirigido aquí, pero al final vendrá Scott Roth a preparar al Baloncesto Sevilla, un nombre que se queda corto para lo que había tanteado el club por parte de Jeffrey Meythaler y José Luis Galilea. 

Da la sensación de que el dueño estadounidense dejó primero a su subordinado español que intentara traer a alguien conocido por estos lares. Una vez que la misión no fue cumplida, el jefe ató a un compatriota que según algunas fuentes norteamericanas podría ser (o haber sido) cliente de la época de Meythaler como agente de jugadores y técnicos. 

El curso de los acontecimientos será el juez que valore este movimiento y los balances tendrán que hacerse más adelante, pero la apuesta es arriesgadísima porque el ex jugador del Baskonia y el Lliria en los 90 poco controlará del baloncesto europeo y del español. 

Roth, quien se incorporará a mediados de agosto a la entidad, según el comunicado oficial, dispondrá de una ocasión de oro para promocionar su nombre en el viejo continente, aunque ha extrañado muchísimo esta incorporación a tenor del amplio número de entrenadores experimentados que hay en paro en Europa. 

Además, la palabra continuidad lleva semanas perdiendo sentido después de pronunciarla en sus dos alocuciones ante la prensa José Luis Galilea: con el cuerpo técnico fuera, al menos Aíto y Diego Ocampo a la espera de lo que suceda con Javi Carrasco, sin Juan Llaneza en la dirección deportiva, sin Satoransky en la dirección, ni Sastre como apoyo, ni Bamforth después de su espléndida campaña, ni posiblemente Willy Hernangómez, a quien el Madrid preferirá ceder a un club con un preparador que le asegure minutos y evolución... El proyecto, desde luego, tiene pocos visos o ninguno de continuista. 

De primeras, lógicamente, las referencias de Scott Roth, que firma por un año, son escasas. Natural de Cleveland, tiene 51 años y sí acumula experiencia como preparador en la NBA, donde ejerció como asistente durante más de una década, y también alguna incursión hizo en el baloncesto FIBA, al haber sido seleccionador de la República Dominicana y ayudante de Turquía. Un melón por calar se mire por donde se mire.