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El gran reto de Radicevic

  • El serbio piensa que está ante la que puede se su temporada. Tras ser el mejor en los primeros amistosos, dice sentir "la confianza del técnico".

Llegó a Sevilla en el verano de 2012, joven, muy joven quizás, con 18 años recién cumplidos, después de brillar en un Europeo júnior con la selección de Serbia. Como a otros jóvenes que recalaron bien mozos en la capital andaluza, le costó adaptarse y el cambio de tener que jugar con los mayores, pero ahora, más hecho, las perspectivas son otras para Radicevic. Tras dos años a la sombra de Satoransky, "aprendiendo de él", dice, el planteamiento es otro: "Creo que éste puede ser mi año".

No le falta razón al base, que inicia su tercera campaña en la entidad. Sin embargo, su rol este curso es otro. Le toca asumir responsabilidades. "Eso me encanta", afirma el balcánico, que en los dos primeros amistosos ha sido junto a Porzingis el mejor del equipo de Scott Roth, por delante incluso de Thames. Lastrado en los ejercicios anteriores por su floja defensa, ahora, tras dos ejercicios escuchando de la boca de Aíto García Reneses que debía esforzarse más en esa parcela, está concienciado de que debe bajar las piernas y dar bocados para después explotar con libertad su calidad en ataque.

"Estoy jugando bien. Son sólo dos partidos, aunque ante dos de los mejores equipos de la ACB y de Europa, así que, pese a las derrotas, creo que fueron tests positivos en los que demostramos nuestro potencial", afirma un Radicevic preparado para dar el paso adelante: "Estoy listo física y mentalmente. El entrenador cree en mí, el equipo cree en mí y siento que disfruto del baloncesto. Cada vez me siento mejor sobre la cancha". Y fuera de ella. No en vano, el serbio afronta su tercer año en Sevilla y ya es uno de los veteranos del equipo. Ya no es el niño tímido que en los actos del club se escondía en un lugar secundario. Ahora la seguridad que muestra sobre el parqué la exhibe también fuera, un punto de madurez necesario para cualquier deportista profesional.

Pero por encima de todo está la ambición del propio protagonista. "Estoy muy contento. Tengo grandes expectativas. Creo que ésta puede ser mi temporada", asegura Radicevic, que siempre tuvo a Satoransky como referente y sabe lo que le costó triunfar en Sevilla antes de dar el salto al Barcelona. Al checo también le costó mucho triunfar, pero lo hizo "con mucho esfuerzo y así lo haré yo". "Por supuesto es importante la confianza del técnico. Escucha mi opinión y cree en mí. Eso me gusta porque me deja ser un líder", señala el base, que sabe que aunque el equipo ha mostrado una buena imagen, "aún tiene margen de mejora". "Debemos conocernos mejor aún y aprender a jugar juntos, pero podemos hacer cosas muy buenas", finaliza el serbio.

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