Lejos de despejar algunas dudas el pasado domingo ante el Fuenlabrada, la derrota no hizo más que acrecentar las incógnitas que sobre el equipo (y por ende sobre el club) genera un juego anárquico en la pista que, al menos en la ACB, no tiene dirección desde el banquillo. Esto último sí es seguro que cambiará hoy ante el Spirou Charleroi (20:30), ya que Scott Roth, que sí puede dirigir en la Eurocup, vivirá el encuentro con la tensión (y de pie) como ya demostró con el EWE Baskets en Oldenburg intentando insuflar a los suyos el carácter que, según dice, les falta en los partidos.

A base de gritos o como sea debe despertar un Baloncesto Sevilla que no ha empezado bien la temporada. Y no son los resultados lo que más preocupa, que también, sino las sensaciones que ofrece de un conjunto deslavazado, en el que muchos buscan engordar sus números jugando para sí mismo y en el que la defensa es una cuestión banal. Pues no es así. La defensa, para muchos técnicos y entendidos, es la base de un deporte que para la Real Academia Española (RAE), que a pesar de que acaba de añadir términos como muslamen, amigonovio o papichulo sigue siendo una referencia, el baloncesto sigue siendo un "juego entre dos equipos de cinco jugadores cada uno".

Cinco hombres que deben pasarse la pelota para buscar la mejor opción para anotar y no jugársela con 15 segundos aún por delante de posesión sencillamente porque sí. Quizá estos partidos de la competición continental, como ya hiciera Aíto García Reneses dos temporadas atrás, sirvan a Roth para que sus piezas se vayan ensamblando y asimilando el baloncesto que el estadounidense propone.

No es mal rival para ello el cuadro belga, un histórico venido a menos que incluso ya no es el clásico dominador de su competición doméstica. Ya perdió en la primera jornada de esta Eurocup ante la Virtus Roma por un contundente por 59-88 y acude a la capital andaluza tras encajar en su liga la segunda derrota en cuatro choques. El ex ACB Dylan Page es su principal referencia en ataque (15,5 puntos por partido en el campeonato belga), pero el técnico, Jacques Stas, ha perdido a uno de sus principales baluartes por dentro al dejar el equipo Will Hudson aludiendo motivos personales. "Más que la derrota, la noticia de la noche es el hecho de que Hudson nos deje por razones personales. Es un golpe, porque él imprimía mucha energía. Será difícil encontrar a un jugador con esa mentalidad", apuntaba el entrenador belga tras el duelo en Roma. Tampoco estará en Sevilla otro viejo conocido por España como Dowdell, lesionado aún por un mes, aunque sí estará el veterano norteamericano William Hatcher (30 años), que jugó la pasada temporada en Le Havre y que acaba de llegar con un contrato temporal bajo el brazo.

No es mal rival este conjunto para que los pupilos de Roth, los jóvenes sobre los que está recayendo demasiada responsabilidad, los veteranos, los americanos, los de Costa de Marfil, los que se sientan en el banquillo..., en definitiva, todos como un equipo, despierten de una vez para no aburrir al personal que acuda esta noche a San Pablo a dar su apoyo, sean 800 o 5.000. Lo merecen igual.