El expediente disciplinario abierto a Pullen por parte del Baloncesto Sevilla desembocará, casi inevitablemente, en el despido de un jugador que más allá de su affaire con un aficionado en una red social no ha sumado en la pista y no ayudaba a generar el mejor ambiente posible en el vestuario.

Este periódico ya adelantó el martes que el norteamericano, con pasaporte georgiano, estaba en la cuerda floja y que el director deportivo de la entidad, José Luis Galilea, le buscaba sustituto. Cuando lo tenga cerrado será el momento en el que se despida al ex jugador del Barcelona, que no ha sabido asumir el rol de líder del cuadro hispalense ni dentro ni fuera del parqué. Varias opciones maneja el también director general del club, ya que la posibilidad de fichar a un jugador extracomunitario abre mucho el abanico. Pero la idea de ejecutar un cambio que reactive al equipo puede ir más allá, ya que el conjunto hispalense podría traer a más de un jugador, ya sea cortando a otro o mandando a Gallardo al filial, ya que dispone en la plantilla de los cuatro cupos de formación que requiere el convenio y el canterano sólo cuenta cuando el partido está decidido.

Sea como fuere, lo que está claro es que el conjunto hispalense necesita un revulsivo. Galilea ya ha dicho por activa y por pasiva que Scott Roth será su entrenador hasta el final de temporada, por lo que el cambio estará en la pista por un Pullen cuya apuesta salió rana.

El base llegó a finales de septiembre a Sevilla para cubrir la baja de un Jerel McNeal que se fue por la repentina muerte de su padre, cuando llevaba un día en la ciudad, y no volvió. La Liga estaba a punto de arrancar y el jugador, sin hacer la pretemporada y tras salir de China, donde estuvo poco más de un mes enrolado en el Liaoning Flying Leopards. El desprecio mostrado a un aficionado por una red social sólo fue la gota que colmó el vaso en el comportamiento de un jugador que nunca se dio cuenta cuál era su nueva realidad, dónde estaba, en definitiva, y cuyo comportamiento amenazaba con arrastrar a otros jugadores.

Tampoco aportó nada, más que algunos puntos para lucir su estadística personal. Sin actitud en defensa y jugándose por su cuenta y riesgo todos los ataques que quería (el entrenador también lo permitió), el paso del Pullen por Sevilla ya es historia.

La clave, ahora, es acertar con su sustituto. Con Radicevic en pleno crecimiento y la ayuda que Thames pueda hacer puntualmente en la dirección para que el serbio tome aire, el conjunto hispalense busca un anotador que sume con regularidad. También se plantea la posibilidad de reforzar la pintura, ya que ni Roth está sacando el mejor rendimiento de los que están ni ninguno está marcando diferencias en la zona.

Lo cierto es que los fichajes de este año apenas están sumando, a excepción de Oriola. De las otras cinco incorporaciones, sin contar a McNeal, ninguno se ha ganado el puesto de fijo. Pullen está fuera del equipo; Thames sigue sin adaptarse al baloncesto europeo; Byars, tras una esperanzadora pretemporada, se ha diluido totalmente; Watts aporta dureza defensiva, pero eso es insuficiente y Berni Rodríguez no parece el veterano capaz de tirar del carro en estos momentos complicados. Acertar ahora será decisivo en el devenir de un equipo que necesita un revulsivo.