Hay formas y formas de perder. Está la que se tira un partido en los primeros 10 minutos; la derrota que se cuece en el tercer cuarto saliendo el equipo dormido tras el paso por los vestuarios (un clásico en el conjunto hispalense) o la que gusta a la afición, dando la cara hasta última hora pese a que el rival sea tan superior que le basta muy poco para decidir. Esta versión es la que eligió el Baloncesto Sevilla para caer ante un Madrid a medio gas, que jugó con cabeza ante los entregados pupilos de Scott Roth, quienes a la hora de la verdad, sin embargo, hincaron la rodilla ante la lógica que dicta el presupuesto y la mayor calidad de los de Pablo Laso, que controlaron el choque hasta dar el zarpazo final. 

Compitió el cuadro andaluz, sí, pero el Madrid aceleró en el último cuarto para finiquitar el choque con un parcial de 2-15 liderado por Felipe Reyes para pasar de un peligroso 64-66 a un tranquilizador 66-81. Pareció un día más en la oficina para los blancos, que han pasado de ser esa máquina de dar espectáculo del año pasado a un equipo que juega con cabeza porque sabe que a estas alturas no sirve de nada hacer grandes esfuerzos. Sólo el justo y necesario. 

La puesta en escena de los locales pudo coger a los visitantes un poco por sorpresa. Lejos de saltar al parqué con el miedo en el cuerpo, los de Roth entablaron sin respeto un intercambio de golpes con su rival. Primero con Hernangómez y Oriola mandando por dentro y, después, aprovechando el tremendo acierto exterior. No en vano, el cuadro sevillano se fue al descanso con un excelente 7/12 desde el triple en su estadística, pero pensar que ese nivel de acierto se mantendría no estaba en la cabeza de nadie. 

Cuando se trata de intercambiar canastas, el Madrid está cómodo. Ayón y Mejri se movían con comodidad en la pintura para mantener el pulso, toda la que le brindaban los colegiados que señalaban más faltas a los jóvenes interiores del bando contrario que a los de blanco. Cuando tocó llamar a la segunda unidad Felipe Reyes (44 puntos de los interiores madridistas frente a los 26 locales) tomó las riendas de los suyos y Roth decidió aprovechar los 2,17 metros de Balvin para igualar las fuerzas, aunque fue Byars, que definitivamente se ha subido el carro, a quien no le tembló el pulso para aguantar el tipo en ese intercambio de canastas. 

Laso intentó revolucionar a los suyos dando entrada a Campazzo y Llull clavó un triple para poner el 36-45, pero la respuesta inmediata de Byars y una canasta espectacular de Radicevic desde su casa dejaron las espadas en todo lo alto (42-48) antes de refrescar las ideas en el vestuario. 

Cuatro segundos tardaron los árbitros en señalarle en la reanudación falta a Álex Urtasun. Se veía venir ya que éstos no ayudarían a seguir con vida. Nocioni y Bourousis, inéditos en los primeros 20 minutos, salieron de inicio para proteger de faltas a los otros interiores mientras Porzings y Oriola se cargaban de ellas. Urtasun, uno de los referentes ofensivos de los hispalenses cuando el año pasado era un buen relevo, no cejó en su empeño de mantener a su equipo, pero la obcecación local de tirar desde la línea de 6,75 metros (0/11 en la segunda parte) en vez de seguir metiendo balones a los interiores empezó a decidir el choque. Una canasta de Byars (64-66) al inicio del último cuarto todavía hizo a soñar a San Pablo, pero el Madrid aceleró, defendió con más seriedad y dejó de regalar balones para decidir: de 14 pérdidas que llevaba hasta entonces no cometió ninguna en el parcial de 2-15 que selló el triunfo blanco ante un rival al que supo controlar su dignidad. no dio opción al conjunto sevillano y obtuvo un nuevo triunfo claro en la liga por nueve puntos de ventaja (72-81).

Ficha técnica:

72 - Baloncesto Sevilla (22+20+15+15): Radicevic (7), Oriola (7), Hernangómez (8), Berni Rodríguez (2), Álex Urtasun (14) -quinteto titular-, Thames (5), Porzingis (1), Balvin (10) y Byars (18)

81 - Real Madrid (24+24+16+17): Carroll (14), Ayón (15), Rivers (3), Sergio Rodríguez (12), Mejri (8) -quinteto titular-, Felipe Reyes (18), Maciulis (4), Campazzo (1), Llull (3), Bourousis (-) y Nocioni (3).

Árbitros: Perea, Sánchez Montserrat y Cardús. Sin eliminados.

Incidencias: Partido correspondiente a la octava jornada de la Liga Endesa celebrado en el palacio municipal de los deportes San Pablo. Alrededor de 5.000 espectadores. El Baloncesto Sevilla homenajeó en los prolegómenos a Emilio, un chico de 13 años con leucemia que calentó junto a los jugadores locales.