Cerca de una hora duró la esperada rueda de prensa de José Luis Galilea, director general y deportivo del CB Sevilla, quien no comparecía ante los medios desde la presentación de Berni y Gallardo en la pretemporada. Hubo más paja que grano en el discurso del directivo, que centró el interés mediático por la mala situación del equipo y la incertidumbre sobre el porvenir del club en la presentación de Kirk Penney como nuevo jugador del plantel que dirige desde ayer Luis Casimiro.

Aun así, dejó algunas perlas el directivo, tajante a la hora de desligarse como parte de Jefferson Capital Funding, dueño del CB Sevilla que preside Jeffrey Meythaler. "No puedo responder por lo que él piensa o deja de pensar. Lógicamente, es el propietario; tiene unas responsabilidades, unos compromisos. Yo al final soy un empleado del club que intenta hacer su trabajo lo mejor posible. Estoy aquí, al frente, asumiendo lo bueno y lo malo. No tengo nada que ver con Jefferson Capital. A mí me contrata el Baloncesto Sevilla para hacer una labor de dirección general y deportiva y lo que haga Jefferson Capital o deje de hacer es algo ante lo que tendrá que responder su propietario. No tengo nada que ver en ese sentido, sé de baloncesto. Ni quiero, ni entro, ni salgo en a qué se dedica ni se deja de dedicar, si le va bien o mal. No soy una persona de ese mundo".

Esas palabras de Galilea no casan con la nota del día de la venta (13/06/14) en la web del club, donde se lo presentaba como "ex jugador con una dilatada trayectoria en el baloncesto español y representante en España de Jefferson Capital Funding LLC".

Asimismo, el donostiarra sacó a la palestra en varias ocasiones al anterior dueño sin que nadie lo nombrara: "Lo que me parece tremendamente injusto es que a una institución como Caixabank, que hace posible que exista el baloncesto aquí desde hace muchísimos años, haya quien se permita cuestionarla con el apoyo incondicional que ha dado al club. El que nunca lo ha dejado de lado ni a la sociedad sevillana ha sido Caixabank. Siempre apoyando aun sin ser propietario y eso me parece espectacular. Puede ser que esté más contento con ellos que con el actual dueño".

No piensa marcharse, en eso fue meridianamente claro: "No he pensado en dimitir porque nunca me he rendido ni me voy a rendir. Además, creo que es mi responsabilidad estar aquí en una situación tan delicada. Rendirse es de cobardes y no va con mi carácter. Voy a seguir dando lo mejor de mí".

En principio, comentó que no se arrepentía de las decisiones tomadas, pero al final Galilea, quien afirmó que está trabajando en equipo con el presidente, Fernando Moral, apuntó que "si pudiese echarme atrás, la única medida sería la de mantener a Bamforth", añadiendo que "lo más fácil habría sido venir aquí y dejarlo todo como estaba. Cobro a final de mes... Y no lo he hecho. Eso era lo más fácil del mundo, pero he tomado decisiones que sé que muchas veces no fueron populares".

Abundó el director general sobre la confianza que él tenía en Scott Roth, olvidando el sinfín de derrotas seguidas que lo colocaron en el disparadero: "El tema de la licencia lo teníamos prácticamente arreglado. El mayor perjudicado de que siguiera siendo entrenador he sido yo. Si no tomé una decisión antes es porque pensaba que los problemas del equipo eran otros. Nuestros jugadores, por ser jóvenes, tienen días mejores y días peores. Y eso no quiere decir que les eche el muerto a ellos".