Deportes

Meythaler continúa alejándose

  • El estadounidense permite, al delegar su firma en el presidente, que siga en marcha el proceso para encontrar un nuevo propietario

Jeffrey Meythaler empieza a ser historia, aunque el fondo de inversiones que preside, Jefferson Capital Funding, formará parte de la leyenda negra de del CB Sevilla después de una temporada muy complicada en lo deportivo, pero realmente tortuosa y desastrosa en lo institucional. La entidad celebró ayer la junta de accionistas, en la que "se adoptaron los necesarios acuerdos de reducción y ampliación del capital social de la compañía, de acuerdo con las previsiones acordadas previamente por el consejo de administración", según reza en el comunicado oficial.

"Consecuentemente", prosigue la nota, "se ha dado inicio al proceso para la suscripción del referido aumento de capital como medida necesaria para el restablecimiento del equilibrio patrimonial de la compañía". Desde finales de 2014, cuando el estadounidense se volvió a su país por empezar a asomar operaciones muy sospechosas dentro del club, su voto en el consejo de administración estaba delegado en el presidente, Fernando Moral, que dio un paso al frente en otoño para reconducir una situación que en pocos meses había saltado por los aires dada la incompetencia de los nuevos dirigentes del club.

En la junta de accionistas de ayer, hacía falta la firma delegada de Meythaler para continuar con el proceso de compraventa en el que se halla inmerso el club, ya que en caso de no haber ocurrido así, habría entrado en causa de disolución. El norteamericano dio su consentimiento y la sociedad redujo y amplió capital para hacerse cargo de las deudas contraídas la pasada temporada.

Con esta operación, Moral dispone de más tiempo, hasta finales de agosto aproximadamente, para continuar con las negociaciones con los grupos interesados en invertir en el CB Sevilla y convertirse en nuevos propietarios. Entre las empresas que han sondeado a Moral sobre la situación para tomar el mando, sólo hay una que convence, debido a que la mayoría no quería aportar cantidad alguna durante los primeros años de gestión.

Sin embargo, el acuerdo no está ni de lejos cerrado aún, pese a que el directivo hispalense gana tiempo para poder zanjar el asunto en las próximas semanas, con la aspiración de continuar en el cargo o al menos en una posición de privilegio tras tener que ponerse al frente no sólo en materia económica, sino en la deportiva cuando firmó a Luis Casimiro como entrenador del primer equipo pese a que José Luis Galilea, director general, quería mantener a Scott Roth.

Galilea, por cierto, no acudió a las oficinas de San Pablo para estar presente en la junta con Moral y el vicepresidente, José Manuel García-Quílez, al acudir a la asamblea de la ACB, quizás en su última aparición pública como representante del CB Sevilla.

Son buenas las noticias para el porvenir del baloncesto en nuestra ciudad, aunque ni mucho menos puedan cantar victoria en San Pablo. Ahora se da una circunstancia un tanto especial, ya que las acciones no vuelven a Caixabank, que tiene meridianamente claro que no volverá a administrar el club y su deseo, expresado en numerosas ocasiones, es desvincularse por completo de la propiedad, aun cuando continúe durante un tiempo como patrocinador.

Es decir, el club se encuentra en una coyuntura extraña, ya que las acciones no han vuelto al banco por incumplimiento de contrato de Meythaler, que aún tiene voz y voto al disponer la entidad financiera de una opción de recompra no ejecutada, aunque la sartén la tenga agarrada por el mango.

Por explicarlo de un modo sencillo, el CB Sevilla irá de manos de Jefferson Capital Funding -que será el responsable de la desapareición en caso de disolución- a las del grupo que adquiera las acciones sin que éstas pasen otra vez por Caixabank. El norteamericano sigue siendo el dueño del club hasta que no llegue otro, aunque no puede hacer ni reclamar nada por no haber satisfecho el compromiso contraído hace un año y, por tanto, poder acabar en los tribunales. De hecho, la última vez que vino a Sevilla a principios de año llegó a preguntar si por este asunto podría acabar entre rejas.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios