La incógnita que se iba a despejar el sábado pasado, la compra del CB Sevilla por parte de un grupo inversor, se demoró a este martes, pero ayer tampoco ocurrió nada y ahora la previsión sitúa la solución final en la próxima semana, con agosto iniciado, los demás equipos firmando jugadores y un club, en caso de supervivencia, por montar.

Las dudas se ciernen aún y sin embargo los mensajes que se transmiten internamente, pese a que Fernando Moral, presidente del club, no entendiera lo publicado ayer en estas páginas, van siendo cada vez más positivos. "No puedo decir si será en cuestión de horas la solución porque no me gusta vender humo, no es así mi carácter. Me atribuían unas declaraciones que no he hecho en diarios locales", apuntó en Canal Sur Radio el dirigente sevillano, aunque este medio, al que se referió en la entrevista de ayer, no entrecomilló ninguna frase al respecto. Ahora bien, sí puso en su boca afirmaciones expresadas a trabajadores del club.

Sin aclarar demasiado la situación, porque tampoco puede hacerlo, Moral incidió en que "no puedo hablar de ningún porcentaje" sobre las posibilidades reales de una rápida venta, y recordó lo dicho hace ocho días en la rueda de prensa que ofreció en San Pablo: "Se acercaron varios grupos y algunos más porque han visto que todavía está la puerta abierta. Sólo puedo decir que la solución está un día más cerca, pero no ofrecer un dato concreto. Y hay varios, no sólo uno determinado. En cualquier momento puede dar un vuelco la negociación".

Tampoco quiso mostrarse excesivamente optimista en cuanto a sus impresiones: "Trasladé un mensaje realista, que el club está en peligro porque ha habido unas pérdidas que hay que cubrir y teníamos un mecenas que no va a estar eternamente. Esta situación debemos solventarla, pero el problema tiene más recorrido y en eso estamos trabajando. El punto de partida es que un inversor ponga 1.050.000 euros para la ampliación de capital, es condición indispensable para cualquier negociación".

¿Los caminos del CB Sevilla y de Moral van de la mano? ¿Seguirá en el club en caso de que hubiera un arreglo con algún comprador? "No puedo garantizarlo. Todo dependerá del grupo que venga y la estructura que quiera. Éste es un club que quiero mucho, que amo y me gusta trabajar en él. Pero Fernando Moral no va a ser ningún impedimento para el grupo que llegue, que decidirá su estructura con Moral o sin él".

Asimimo, habló de "la situación atípica" de contar con sólo cuatro jugadores en el plantel (Oriola, Radicevic, Salash y Gallardo), añadiendo que "me consta que desde el club se está trabajando en sondear el mercado, aunque no es una decisión deseada; lo lógico es que ya estuviéramos en marcha como otros equipos de la ACB". Sería bueno que el presidente hubiera concretado quién está peinando el mercado, pues el director general y deportivo, José Luis Galilea, no está autorizado para hacer movimiento alguno.