A paso de tortuga y de miércoles agosteño (el primero del mes anunció Caixabank que recompraba las acciones del club) a miércoles agosteño (el segundo, ayer, llegó la primera noticia relevante del proyecto deportivo), el CB Sevilla ofrece novedades a cuentagotas. La información oficial enviada por el club pasadas las siete de la tarde no paró las rotativas de los diarios, pero al menos fue la confirmación de un secreto a voces, que el pacto verbal entre Fernando Moral, presidente de la entidad, y Luis Casimiro, técnico del equipo hispalense desde la decimonovena jornada de la pasada edición de la Liga Endesa, se hizo carne y se convirtió en trato sellado, con las firmas de ambos estampadas en el documento que vincula al manchego durante la próxima campaña con el conjunto de San Pablo.

A ese compromiso llegó Moral con Casimiro en caso de permanencia deportiva en la ACB y, obviamente, condicionado a la supervivencia de la sociedad, en peligro hasta que el banco decidió retomar el control tras la desastrosa experiencia con Jefferson Capital Funding. Ahora sí es el proyecto del veterano preparador, quien vino a poner cordura y sentido común a una plantilla que no era tan mediocre como para estar abocada al descenso, como demostró en la estrepitosa primera vuelta.

Casimiro, de 55 años y natural de Villamayor de Calatrava (Ciudad Real), y Moral estrecharon lazos desde que el primero aterrizara en Sevilla el 30 de enero y obtuviera un meritorio balance de nueve triunfos y siete derrotas en 16 encuentros para certificar la salvación en la penúltima jornada en San Sebastián, aunque al final en esta ACB disminuida desde hace tiempo ni sube ni baja nadie.

Ésa es harina de otro costal y, volviendo a la actualidad cajista, Casimiro dispondrá ahora de (poco) tiempo para pergeñar un plantel de garantías para el curso venidero. Ayer mostró su felicidad por quedar zanjado su porvenir: "Estoy encantado por poder seguir trabajando en este club en el que me he sentido muy querido desde mi llegada; me siento muy contento por la oportunidad que me brinda el CB Sevilla para dar continuidad a un proyecto que seguro que será muy motivador. El club está atravesando un momento importante y hemos de esforzarnos al máximo para seguir dándole vida a esta entidad que roza ya los 30 años de historia".

Luis Casimiro Palomo Cárdenas, quien acumula más de dos décadas en la élite de los banquillos de la ACB, lleva al menos una semana preparando listas con posibles candidatos a los puestos que necesita reforzar el equipo. Quiere a Berni Rodríguez y debe ser el siguiente movimiento del club, la prórroga del contrato del capitán del anterior ejercicio. El exterior malagueño ha expresado su plena disposición a jugar en San Pablo nuevamente, por lo que no habrá problemas. La continuidad de Balvin, el retorno de Bamforth, la incorporación de Alfonso Sánchez… son operaciones que han sonado en los últimos días.

Con quien no contará Casimiro, en el reto de que convertir al CB Sevilla en un equipo atractivo como lo fue en el segundo año de Aíto García Reneses, será con Rafa Monclova. Como adelantó este periódico esta misma semana, el entrenador hispalense ha decidido dar un giro a su carrera profesional y tras cinco campañas en la cantera cajista, una como ayudante de Juanma Pino y cuatro de técnico principal entre los cadetes y los júniors, dirigirá el banquillo del Horsholm 79ers danés. Estará al frente del primer equipo durante dos temporadas y también trabajará con las categorías inferiores. Monclova dio las gracias ayer en las redes sociales antes de viajar hoy al país escandinavo.

Casimiro tenía y tiene en mente continuar con Javi Carrasco al lado como ayudante, quien tomó un papel más relevante tras la marcha de Roth y cumplirá el año que tiene de contrato junto al manchego. No se sabe qué ocurrirá con Audie Norris después de participar en la campaña a la presidencia del Barcelona de Joan Laporta y demostrar un paupérrimo nivel en su debut en los banquillos.