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Cofradias

50 años de la primera basílica sevillana

  • El arzobispo Asenjo preside en festividad del Rosario la función solemne por la consagración del templo de Santa María de la Esperanza.

Un otoño de celebraciones. La Hermandad de la Macarena está conmemorando este año dos efemérides muy importantes en su historia reciente. Se han cumplido 75 años del inicio de la ansiada construcción del templo propio y, durante las próximas semanas, recordarán el medio siglo de la consagración y declaración de la iglesia como basílica menor, la primera de Sevilla. Todo un hito en la historia de las cofradías sevillanas, aunque la capilla en la que recibió culto la Virgen de la Esperanza durante su estancia en la parroquia de San Gil ya ostentaba la distinción de basílica menor desde principios el siglo XIX. Los actos organizados por la corporación de la Madrugada para recordar estos hitos arrancan este viernes con la solemne función que preside monseñor Asenjo, arzobispo de Sevilla, en honor de Nuestra Señora del Santo Rosario en su festividad y por el aniversario de la consagración del templo de Nuestra Señora de la Esperanza Macarena.

Fue tras la coronación canónica de la Virgen de la Esperanza, acontecida en 1964, cuando la hermandad retomó el anhelo de declarar el templo como basílica menor. El 7 de julio de 1965 la junta de gobierno, encabezada por Carlos Delgado de Cos, fue recibida por el cardenal Bueno Monreal en el Palacio Arzobispal. Así se recoge en los anales de la hermandad elaborados con la documentación aportada por Guillermo Orellana Delegado: "Le obsequiaron con un álbum de fotografías de los actos celebrados con motivo de la coronación canónica de la Virgen de la Esperanza. En el transcurso de esa audiencia, el hermano mayor le recordó la solicitud presentada para declarar el templo como basílica menor, a lo que su eminencia contestó que activaría personalmente los trámites en un viaje a Roma con motivo de la tercera sesión del Concilio Vaticano II". Una de las personas que tuvo el honor de participar en la consagración del templo fue Fernando Cano-Romero: "Desde que se puso la primera piedra en 1941 se mantenía el anhelo de que el templo lograse la declaración de basílica. No se conseguiría hasta 25 años después".

Las noticias de Roma llegaron el 23 de octubre por mediación del canónigo Francisco Gil Delgado: "El cardenal Bueno Monreal había informado desde Roma que tenía autorización de la Santa Sede para la proclamación del templo como basílica menor, una vez completados los trámites oportunos y la consagración preceptiva".

Durante los días 3, 4 y 5 de octubre de 1966, la hermandad celebró un triduo preparatorio para la consagración del templo y su futura declaración como basílica, en el que participaron el camarero secreto de Pablo VI y el maestro de ceremonias de la Catedral, Alfredo Gallego Sánchez. Un día más tarde, se trasladaron desde el Arzobispado las reliquias de los santos mártires sevillanos San Félix y San Celestino, que fueron donadas a finales del XVII o principios del XVIII por el arzobispo de Mesina.

El día elegido para la consagración del templo fue el 7 de octubre, festividad del Rosario. "Al acto asistieron como invitados los hermanos mayores del Gran Poder, Estudiantes, Sacramental y Carmen de San Gil y Valme de Dos Hermanas. Dentro de la liturgia de consagración fueron incluidas en el altar las reliquias de San Félix y San Celestino, depositadas en un sepulcro abierto al efecto en la nueva mesa de altar esculpida en mármol. "El templo estaba cerrado y había una gran cantidad de personas en la Resolana esperando a que terminara la consagración para poder entrar. Se formó una comitiva encabeza por la cruz parroquial y seguida por un tramo de hermanos con cirio, entre los que me encontraba. Detrás iba la junta de gobierno, los ex hermanos mayores vivos y el cardenal acompañado por los canónigos. Salimos de las dependencias de la hermandad que dan al atrio, lo que es hoy la tienda", recuerda Cano-Romero. Esos días el Arco de la Macarena lució iluminación por primera vez desde hacía muchos años.

Otro de los macarenos que estuvo presente en la consagración fue Juan José Morillas, actual delegado del Martes Santo del Consejo de Cofradías. Lo hizo como acólito: "Yo me acuerdo de ir revestido con sotana y roquete. Ayudé durante la ceremonia al cardenal y varios canónigos. La basílica estaba prácticamente vacía porque el cardenal tenía que moverse".

Una vez terminada la ceremonia, se recubrió el altar y se abrieron las puertas. El cardenal Bueno Monreal, como asevera Cano-Romero, quedó muy satisfecho: "Hizo una preciosa homilía. Él era muy cercano a la hermandad. Salió impresionado por cómo Sevilla había respondido. Esa misma noche escribió al Vaticano para que el breve pontificio llegara cuanto antes".

Y así fue. El 22 de noviembre Pablo VI firmó el breve pontificio por el que se concedía elevar a basílica menor el templo de Santa María de la Esperanza. Así consta en la lápida conmemorativa que adorna la fachada.

'La Luz de la Esperanza': una catequesis audiovisual

Los viernes 14, 21 y 28 de octubre y 4 de noviembre, a las 21:30, se podrá contemplar en la basílica una catequesis audiovisual llamada La Luz de la Esperanza. En ella se narrará la vida de la Virgen a través de las pinturas murales del templo, que se irán iluminando en cada relato, acompañados de música y textos escritos por el rector basilical, Antonio Mellet, y el hermano Juan Mera García. Durante los días 7, 8 y 9 de octubre, se montará un altar de culto extraordinario con los titulares de la cofradía. El día 10 de noviembre, la Banda Municipal ofrecerá un concierto. Un día después, el nuncio apostólico de Su Santidad en España, monseñor Renzo Fratini, presidirá la función conmemorativa de la declaración del templo como basílica.

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