La Hermandad de Pasión continúa con la restauración de su patrimonio escultórico. Las últimas imágenes en ser intervenidas han sido el Señor de la Humildad y Paciencia y un crucificado de tamaño académico que la cofradía guarda en sus dependencias del Salvador. "Todas las restauraciones que se han llevado a cabo hasta el momento, desde la Virgen de la Merced al crucificado, tienen una característica común: la suciedad acumulada", explicó el restaurador, Gutiérrez Carrasquilla. Del Señor de la Humildad y Paciencia, una obra del XVII perteneciente a la hermandad sacramental, atribuida a Antonio Quirós, afirmó que "la limpieza ha sido a fondo. Ha recuperado su totalidad real. También se le ha realizado alguna intervención en los ensambles". Del crucificado, obra anónima del XVII, Gutiérrez Carrasquilla destacó su calidad: "Estaba muy mal de ensambles, sobre todo en los brazos. Se ha consolidado y se ha limpiado".

El hermano mayor, Javier Criado, se mostró encantado con el resultado de las intervenciones y resaltó la importancia que el Señor de la Humildad ha tenido en la corporación sacramental desde el siglo XVII.