Muy tranquilo. Todo lo que pueda estarlo con cinco derrotas consecutivas en la mochila. Así se muestra Pepe Mel en la víspera de un partido que llega con mucho veneno en sus entrañas y que podía destatar una crisis de consecuencias imprevistas en Heliópolis. Claro que ésta no pasa, como muchos se empeñan, en que el madrileño pueda verse obligado a dejar el cargo. "Sé dónde estoy y la gente con la trabajo. Tengo la confianza de Gordillo, de Guillén, de Bosch y de Stosic y, la que es más, importante, la de la afición del Betis", asegura con vehemencia el entrenador.

Y es que, además, Mel alude al pasado para serenar al beticismo y, de paso, darse él mismo un poco de aire. "Ya pasamos la temporada pasada una racha peor, porque también fueron cinco derrotas, pero antes teníamos la obligación de quedar entre los dos primeros y ahora nos basta con dejar a tres por debajo. De hecho, si ahora mismo acabase la Liga estaría conseguido el objetivo", añade.

Anda el Betis en plenos días de nomadismo, entrenándose aquí y allá y ayer le tocó hacerlo en La Albericia, donde el técnico casi acabó por despejar las dudas. Cúper lo ha tenido más fácil. "No quiero pronunciarme excesivamente porque puede quedar un poco feo lo que diga y ya el club se quejó porque somos gravemente perjudicados. Ellos tienen a Diop ya recuperado y nosotros hemos perdido a cuatro futbolistas, tres de ellos en defensa, y veremos a ver qué pasa con Nacho", avisa.

Y es que es por ahí por donde se siente algo intranquilo. "Estoy más preocupado por el estado físico de los jugadores que por el anímico, por esas bajas y por los futbolistas que no están a tope. Pero ya no podemos hacer nada y no quiero que ni esto ni nada pueda sonar a excusa. Vamos a salir a ganarle al Racing", afirma.

Si claro tiene Mel que hoy al Betis difícilmente le derviría un empate, más claro aún tiene cómo salir a lograr esa victoria. "Tenemos que volver a ser nosotros. Estamos preparados para jugar de una manera y así es como lo vamos a hacer", comenta sin reparos, corroborando lo ya anunciado por Casto en estas mismas páginas.

"Tenemos confianza en nosotros y le pedimos a nuestros seguidores que no la pierdan, que no los vamos a defraudar", apostilla el entrenador del Betis.

Mel no teme a la racha de cinco derrotas ni a ninguna otra, ya que se siente seguro de que todo puede cambiar. "En los dos últimos partidos no hemos sido capaces de hacer un gol, pero ya estamos viendo en muchos equipos, no sólo en nosotros, que las rachas son cambiantes. Tenemos que recuperarnos cuanto antes y demostrar que somos un buen equipo, no de los mejores de la categoría pero sí un equipo que puede competir dignamente con cualquier otro", sentencia Mel, tranquilo, muy tranquilo, pero con los dientes apretados. Como sus futbolistas.