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¿Será carne o pescado?

  • El Sevilla arranca el curso oficial contra el Getafe con las dudas entre los suyos sobre cuál será el nivel real del equipo. Jesús Navas y Negredo, los dos campeones, deben desequilibrar.

Puesta de largo para el Sevilla 2012-13 con multitud de incógnitas respecto al nivel real que pueda ofrecer el conjunto nervionense. Será el Getafe el encargado de establecer si este equipo será carne o pescado, si merodeará por la zona alta de la clasificación, incluso con opciones de pelear por volver a la Liga de Campeones, o, por el contrario, tendrá que esforzarse por adicionar a su casillero lo antes posible esos 43 puntos que muchas veces se consideran necesarios para huir de los puestos que queman por abajo. Son, sin duda, los dos casos más extremos y en medio hay muchos matices, pero la realidad es que no se sabe muy bien qué se puede esperar de este nuevo Sevilla.

Si el analista se atiene a lo visto durante la pretemporada, las dudas se incrementan, pues el equipo jamás ha tenido un tono regular, unas actuaciones convincentes en todas sus líneas. Que existen justificaciones para ello es indudable. Por ejemplo, Jesús Navas y Negredo, los dos bastiones de la plantilla a día de hoy y a falta de casi dos semanas para el cierre del mercado, se incorporaron muy tarde; Perotti aún está en fase de recuperación; algunos fichajes se han ido cerrando sobre la marcha y aún están en fase de acoplamiento; los partidos de verdadero nivel han sido escasos, apenas tres contra el Deportivo y dos equipos alemanes sin televisión, además, en estos dos últimos. Demasiadas cosas para saber dónde estará el verdadero nivel de este Sevilla en el que ya no juega Kanoute.

Sí existe una voz absolutamente convencida desde dentro y ésta no es otra que la del entrenador. Míchel aprovechó la rueda de prensa de ayer previa al debut contra el Getafe para realizar una verdadera soflama en favor de su plantilla. Llegó a comentar que está seguro de que tendrá un buen rendimiento incluso si él no fuera el encargado de adiestrarla. Éste, sin duda, debería convertirse en un motivo para que los sevillistas respiraran tranquilos, para que tuvieran plena confianza en esos futbolistas que serán los encargados de darles más alegrías que disgustos durante el curso que ahora arranca. Pero ni siquiera esas palabras tan encendidas pueden servir para tranquilizar del todo, ya que Míchel se pronunció de semejante manera en muchas ocasiones durante la anterior campaña y, desgraciadamente para todos los que sienten en sevillista, el tiempo se encargaba de quitarle la razón en más de una ocasión, y de dos.

Sí tendrá razón Míchel a la hora de proclamar que ya tiene el equipo decidido para afrontar este arranque contra el Getafe. De eso, está claro, no se puede dudar y parece que la primera idea pasa por poblar el centro del campo y establecer un esquema más sólido a partir del 1-4-3-3. Eso se desprende, al menos, de los partidos jugados durante la pretemporada por el Sevilla, aunque también puede producirse sobre la marcha una variación para girar al 1-4-2-3-1. A partir de ahí los blancos tratarán de manejar la situación, de tener más tiempo el balón que el rival y distribuir mejor los espacios por el medio para que el equipo parezca mucho más equilibrado que en las últimas campañas.

El problema, futbolístico, a resolver es la llegada hasta el gol. Tanto los centrocampistas como los dos extremos tienen que ayudar mucho más en esta faceta a un Negredo que se presenta, a 18 de agosto y con dos semanas por delante hasta el cierre del mercado, como el estilete de los blanquirrojos para tratar de desequilibrar los encuentros. Está claro que Rakitic y Trochowski, llegando desde atrás, tendrán más responsabilidades ofensivas, entre otras cosas porque con tres centrocampistas tendrán las espaldas mucho más cubiertas. También estarán ahí Kondogbia, Maduro y Campaña, incluso Javi Hervás, los tres primeros cuando se recuperen de sus diferentes problemas físicos. Pero no sólo ellos, también Jesús Navas y Reyes, si éste es finalmente el extremo izquierdo a la espera de la total recuperación de Perotti, deben garantizar una cuota de goles que se antoja indispensable para que el equipo pueda tener un buen funcionamiento en todas sus líneas.

Incluso desde la defensa se aguarda con expectación el rendimiento que pueda ofrecer un Cicinho que ha dejado buena impresión en sus primeras apariciones, aunque ahora habrá que medirlo con el fuego real, con extremos que también lo ataquen a él. El lateral brasileño sabe manejarse con el balón, eso es indudable, y puede ser un buen aporte para liberar algo a Jesús Navas de marcajes de dos contra uno. ¿Y la pareja de centrales? Uff, eso es el mayor enigma. Iba a llegar Cata Díaz, de perfil casi pendenciero, y lo hizo Botía, una promesa de características bien diferentes.

Éstos, de momento, son los mimbres del Sevilla 2012-13, ésos de los que Míchel está tan seguro, aunque la verdad es que esa certeza no se traslada a los demás foros de debate. A partir de hoy, contra el Getafe, se verá si este Sevilla será carne o pescado. Tiempo al tiempo.

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