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Dos notas positivas entre la desazón de la ocasión perdida

  • Los estrenos oficiales de Maduro y del joven Álex Rubio dan dulzor al agrio sabor que deja Vallecas.

El debut en un partido oficial con la camiseta del Sevilla de Maduro y de Álex Rubio, por distintas pero igualmente agradables circunstancias, fue la nota positiva de un partido que ha dejado una profunda desazón en la afición sevillista e incluso en la plantilla. Es complicado no seguir dándole vueltas a las causas por las que el Sevilla fue incapaz de ganar en Vallecas después de crear una docena de buenas ocasiones de gol, incluidos esos dos penaltis que ni siquiera necesitaron de la mediación de los guardametas del Rayo para que no subieran al marcador. Evidentemente, detrás del frustrante empate está un mal que ya acompañó al equipo la temporada pasada, cuando se quedó en unos paupérrimos 48 goles en la Liga, una cifra con la que es imposible entrar en Champions y muy complicado hacerlo para la segunda competición continental.

El caso de Maduro es especialmente llamativo. El futbolista, gracias a sus enormes ganas y su voluntad de ejercer una profesión para la que se creía ya desahuciado, anticipó todos los plazos previstos y no sólo entró en una convocatoria oficial por segunda vez consecutiva, sino que disputó casi veinte minutos, pues salió en el minuto 78 por el lesionado Spahic y el partido se alargó hasta el 96. Quizá aún no esté para jugar en la alta competición mucho más tiempo, pero sí demostró que puede sumar. Hay que recordar que apenas transcurrieron 25 días desde que en Houston le dieron permiso para la práctica profesional del fútbol y su regreso a la competición.

Además, los preparadores físicos del Sevilla habían estimado cuando comenzó a ejercitarse con normalidad tras su periodo de rehabilitación, el pasado 21 de agosto, que al menos dos semanas estaría haciendo una particular pretemporada. Su vuelta se estimaba para la cuarta jornada, después del parón de esta semana. Maduro ha podido con todo eso por su enorme ilusión.

El otro caso es el de Álex Rubio, un jovencísimo y espigado delantero que tuvo la oportunidad de debutar en el Torneo Internacional de La Alcudia con la selección española sub 20, justo antes de estrenarse con el primer equipo. El atacante de San Fernando, que cumplió 19 años el pasado 23 de julio, da otro paso en su gran progresión, después de haberse proclamado campeón de España con el Sevilla juvenil.

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