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Historias de oportunidades irrepetibles

Ver a Rafael Nadal levantando el trofeo de Roland Garros supone un hilo de satisfacción y orgullo para muchos. Para otros, también se convierte en un sueño que puede ser perseguido con la ilusión del esfuerzo como máximo estandarte. Javier Muñoz y José Manuel Fernández son jóvenes promesas del tenis español con una formación envidiable y unas condiciones que pueden llevarlos hasta la élite de este deporte. Sus límites, hasta el momento, no entraron en escena y el panorama se presenta inmejorable ante la oportunidad de disfrutar de sendas becas deportivas en Estados Unidos.

"Empecé a jugar con diez años, cuando me regalaron una raqueta en mi comunión", explica José Manuel, de 17 años, dispuesto a emprender una carrera vertiginosa para cumplir su sueño: "Cuando me surge la posibilidad de ir a Estados Unidos, pensé que compaginarlo todo era muy difícil". Ahí entra la figura del IEDA, el Instituto de Enseñanzas a Distancia de Andalucía. Sus métodos facilitan la opción de que los alumnos terminen bachillerato bajo el marco de continuar con la práctica deportiva al más alto nivel, sin descuidar entrenamientos y preparación. "Nos ayudó muchísimo", asegura José Manuel. También Javier se muestra rotundo en relación a lo que supuso formarse estos dos últimos años en el IEDA: "Hay profesores brillantes que nos han tratado de forma ejemplar. Es un lujo tener en esta escuela la posibilidad de compaginar todo esto. Fue un aprendizaje sin horarios exigidos, con flexibilidad y ello posibilitó que lográramos una oportunidad en Estados Unidos".

Estos sevillanos completaron con éxito las pruebas exigentes necesarias para lograr la obtención de una beca deportiva en Estados Unidos, un escenario en el que sí se ofrece la oportunidad de realizar estudios superiores y mantener un nivel deportivo de élite. "Ahí se da la posibilidad de hacer las dos cosas, yo no quería dejar el tenis después de todo el esfuerzo realizado. Me planteo disfrutar estos cuatro años en la liga universitaria estadounidense y disfrutar de lo que puede ser un punto de inflexión para progresar", asegura Javier. Su compañero, que llevó una carrera paralela hasta el momento, también lo cree: "Estoy a la espera de saber cuáles serán los resultados deportivos que logre allí para conocer a qué puedo aspirar".

Ante la incógnita de lo que pueda suceder a muchos kilómetros de su tierra natal, José Manuel piensa con optimismo sobre los méritos de haber alcanzado ya una oportunidad que puede acercar un sueño: "Se entrena muchísimo, se trabaja cada día con la ilusión de disfrutar de algo como esto". Su mirada reconoce que tiene modelos a los que admira pese a las diferencias existentes aún: "Nadal es toda una referencia, sobre todo por su constante lucha; también lo es Federer por su elegancia".

Javier también recuerda que ningún inicio es sencillo y que el trabajo marcó el devenir de su carrera: "Mi padre me ayudó mucho a decidirme por el tenis. Tuve una experiencia menos exitosa en el fútbol sala y terminé llegando a la Federación Andaluza, lugar en el que me enseñaron mucho de lo que sé ahora".

Precisamente la Federación Andaluza sirvió de escenario inmejorable para catapultar a dos jóvenes que han agarrado un puñado de ilusiones con la intención de no soltarlas. Cambiarán las pistas sevillanas por las americanas en un sueño que ya arranca y concede pocas alternativas diferentes a las del éxito. Haber alcanzado este match point es ya todo un logro.

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