Cuando un club cede a un futbolista joven la pretensión habitual, aun siendo un descarte, es que éste progrese en el equipo que lo reciba. Ése ha sido el caso de Javier Matilla, quien hace dos veranos llegase al Betis como fichaje estrella y, por diversas circunstancias, entre ellas la eclosión de Beñat, no acabase por dar el rendimiento esperado.

El centrocampista toledano, próximo a cumplir 25 años, no ha desaprovechado el tiempo en el Murcia. Desde el primer día se hizo con el liderazgo del equipo, fue su lanzador de faltas y, jugando más adelantado que en el Betis, en la mayoría de partidos como mediapunta, finalizó la temporada como el máximo goleador del conjunto pimentonero, con 12 dianas, algunas de ellas en lanzamientos magistrales de libres directos.

Matilla ha madurado. Y quiere demostrárselo a Pepe Mel, quien le va a dar la oportunidad de acudir a la primera concentración de pretemporada, en Montecastillo. Si en esos días el técnico observa que el progreso del quereño no se ha debido simplemente al descenso de categoría, podría hacerse con un sitio o, al menos, ganarse el derecho a seguir trabajando en Inglaterra, la que el técnico considera verdadera concentración, antes de que éste decida definitivamente.

Matilla, que este jueves llega a Sevilla, está al tanto de las intenciones del técnico y se ha cuidado durante sus cortas vacaciones, nada que ver con cuando asomó por Fuenterrabía con kilos de más tras dos meses sin hacer apenas nada. Sabe que se la juega. "Mi idea es quedarme en el Betis. Tengo ganas de revancha y quiero demostrar que valgo para jugar en Primera División. Si cuentan conmigo, voy a estar ahí, seguro", comenta.

Se lo ve motivado, distinto. Con novia sevillana desde hace un año es, además, una persona más madura. En Murcia lo ha demostrado en todos los sentidos. "Di un paso atrás para ahora dar tres hacia adelante. Mi objetivo era crecer, sentirme importante y jugar bien y lo he conseguido. Tengo una espina clavada con el Betis, siempre hice buenas temporadas, menos allí, que di un mal rendimiento. Por eso ahora voy a muerte, a pelear por quedarme si me quieren", anuncia.

Lógicamente, su temporada no ha pasado desapercibida para el resto de equipos. "No voy a negar que tengo ofertas y alguna de Primera, pero le he dicho a mi representante que las aparque, que quiero jugar en el Betis", insiste.