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4 ases en la parrilla

  • Lopera y las tres plataformas van definiendo sus posturas ante la obligada regeneración del club.

La caída del actual régimen parece cuestión de tiempo, ya que el fin de la instrucción y el cese de las medidas cautelares no se alargará, en principio, más allá de 2014. Pero en el fútbol, como en el colegio, las temporadas no comienzan con el año natural, sino que se inician en septiembre y se preparan justo al acabar la anterior. Quizá por esto, antes del fin de la judicialización, el Betis tenga un presidente distinto a Manuel Domínguez Platas, pese al deseo de éste de apoltronarse, e incluso un administrador judicial con otro perfil.

La que se avecina a partir de las movilizaciones del sábado en la Palmera así lo aconseja, pero sobre todo el archidemostrado desconocimiento de Francisco Estepa y el remozado consejo de administración que ha creado, con una figura tan sospechosa como la de Diego García León y un presidente metido a administrador concursal gracias a uno de los juzgados inmersos en el proceso contra Manuel Ruiz de Lopera, en este caso el Mercantil número 1 de Sevilla.

El aficionado de a pie ya sabe quién ha manejado de forma tan desmañada los designios de su Betis y los otros béticos, los de las plataformas demandantes, sólo coinciden hoy en que los actuales mandatarios no deben planificar la próxima temporada, probablemente en Segunda División, so riesgo de que la travesía por el desierto se haga eterna.

Así, este martes se produjeron los primeros contactos, como una reunión de los directivos de Por Nuestro Betis (PNB), y llamadas cruzadas también entre miembros de esta asociación y de Béticos por el Villamarín (BxV) y la Liga de Juristas Béticos (LJB).

 

Son tres de los ases que buscan colocarse en la nueva parrilla de salida en esta obligada y profundísima regeneración que debe llevar a cabo el club.

Porque el cuarto es Manuel Ruiz de Lopera, quien espera paciente y, aunque no parece claro que regrese, sí apoyará con sus acciones a su nuevo hombre fuerte, el accionista Manuel Castaño.

Sólo por la presencia del empresario de El Fontanal se hace inviable lo que hoy necesita el Betis, un consejo de consenso en el que todas las familias béticas estén representadas, de forma más o menos proporcional a su poder accionarial y como más de un bético proclama ya para acabar con el fuego que consume al Betis.

Hay una premisa clara: la salida de Estepa debe ser inminente y hay que solicitarle a la juez Alaya un nuevo administrador, bético y hombre de fútbol. Ahí hay coincidencia casi unánime. 

Manuel Ruiz de Lopera

Hace unos meses era muy reacio a regresar al Betis y tampoco parece muy factible que haya cambiado de opinión, al menos en lo que se refiere a figurar en el primer plano. Ocurre que no paran de llegarle noticias positivas por parte de su defensa con respecto a la instrucción, ya que la Fiscalía es muy propensa a no acusar finalmente.

Empero, de las acciones que se le discuten en el Mercantil corren noticias en sentido contrario, con lo que podría perder el 30% aproximado del 51,34% que ostenta. Ésa es la gran esperanza de los demandantes, quienes, aun así, estarían en inferioridad.

Porque Lopera ayudará en su momento a Manuel Castaño a ser presidente del club aun manteniendo su paquete íntegro, pero igualmente cuenta con el casi 9% que ostentan éste y Rufino González, incluso con acciones de otros béticos, para reunir más de un 30% si la decisión del Mercantil le es contraria. Con este paquete, normalmente, también controlaría el Betis.

 

Ítem más: si los béticos de corbata ven en Lopera al enemigo común, algunos de los de a pie, un lustro después del 15-J de 2009, tienen la memoria más corta y comienzan a cambiar de opinión, tal es el desastre perpetrado por José Antonio Bosch y sus seguidores. Sigue siendo un personaje impopular, pero cada día menos. Y si él no está al frente de las operaciones...

Por Nuestro Betis

Es la plataforma más consecuente con su objetivo fundacional y no tolera al actual consejo de administración. Por supuesto que no desean el regreso de

Manuel Ruiz de Lopera, pero el miedo a ese fantasma no está frenando sus actuaciones contra unos gestores ineficaces como los actuales. Ayer se reunió su directiva y el principal acuerdo fue visitar a la juez Mercedes Alaya para pedirle la remoción de Francisco Estepa. Además, le presentarán un plan alternativo.

La facción más extremista ha llegado a pensar en retirar la demanda y dejar solos a BxV y LJB, ya que están molestos con cómo se han desenvuelto éstos y, además, ven muy perjudicial la judicialización del club. Pero, de momento, esta opción no se plantea como de presente. 

Liga de Juristas

Dio un paso atrás cuando notó que Bosch no era trigo limpio y ha dado otro después de la salida de éste. De momento, Miguel Guillén y Pablo Gómez Falcón, pertenecientes a la Fundación Heliópolis (ligada a la LJB) dejaron el consejo de administración en la pasada junta. Fueron, al igual que Bosch, nombres propuestos por sus líderes a la juez.

Hoy, creen convencidos que Francisco Estepa está incapacitado, al igual que Manuel Domínguez Platas, quien también surgió como secretario del consejo hace cuatro años por mor de la Liga. De hecho, en conversaciones telefónicas, se han aproximado en los últimos días a las ideas de PNB, ya que consideran que la regeneración es necesaria. 

Béticos por el Villamarín

Emilio Soto, el portavoz del grupo, intervino ayer en Radio Marca y confirmó lo apuntado el martes por este diario, que su objetivo es mantener una reunión con Estepa antes de tomar ninguna decisión. Esta asociación es la que más miedo tiene a que Lopera aproveche la coyuntura y, de hecho, éste lo llamó ayer varias veces "el enemigo". El antiloperismo, hoy, es el leit motiv en un grupo que ha perdido incluso poder accionarial desde la marcha de Miguel Espina.

Manuel Serrano, abogado de la plataforma, apoyó algunas acciones de PNB en la última Junta e incluso se llevó por ello alguna reprimenda ajena a BxV. Hay quien piensa que éstos buscan una aproximación a Estepa para aconsejarlo y aprovechar el paso atrás dado por la LJB.

De cómo inaugurar la ciudad deportiva sin licencia

Los últimos coletazos de Miguel Guillén y Pablo Gómez Falcón en el Betis dejaron entrever el afán de protagonismo que ha movido y mueve a la mayoría de los miembros de este consejo de administración, particularmente al segundo de los nombrados, un personaje del que sólo se conoce en el Betis su cualidad para aprovechar todos los réditos que otorga el cargo sin, como ocurría en el caso del segundo, dar la cara y al menos trabajar por el club. La historia viene ahora a cuento porque cuando ambos habían decidido que en la Junta Extraordinaria del pasado 28 de marzo abandonarían el consejo de administración, cayeron en la cuenta de que uno de los pocos logros de este consejo, la remodelación de la ciudad deportiva (luego habrá que ver el elevado desvío presupuestario de las obras), iba a quedar lógicamente fuera de su alcance, es decir, de la famosa placa de "... inaugurada siendo presidente...". Así, trataron de inaugurarla sin licencia, circunstancia que frenaron algunos de los consejeros que se han quedado en el club y, también, la eliminación europea ante el Sevilla justo una semana antes. La discusión entre el vicepresidente Falcón, que ya utilizó al club postulándose en su día como director general, y un consejero fue importante. Ahora, está por ver si Domínguez Platas se da prisa para compensar la foto del descenso.

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