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Una decadente transición

  • La pérdida de calidad en la plantilla, aun con los cambios en enero, lastran un proyecto que quiere remontar con Pizzi Europa es su único asidero

Decadente por la comparación entre los fútbolistas que estaban y los que están. De un internacional acreditado como Soldado a un proyecto interesante pero aún de futuro como Paco Alcácer pasando por la vía intermedia, un internacional en el ocaso como Helder Postiga. En el puesto del delantero centro se puede analizar la evolución social, económica y deportiva de un club lastrado por una gigantesca deuda y con movimientos de venta con una entidad bancaria como actor principal.

El Valencia, un club que no hace mucho fue una alternativa real a la Liga, trata de reconstruirse con la espada de Damocles de su precaria economía y, a diferencia del Sevilla, sin disponer del dinero de las ventas. Rufete ha sustituido a Braulio como director deportivo y en el mercado de invierno fue el club más activo de Primera, con muchas altas y bajas que, junto con la llegada de Pizzi, le han cambiado la cara a un equipo que, no obstante, no termina de definirse y que ha visto en Europa el torneo en el que agarrarse en una temporada de rotundo fracaso.

sin balón

La primera tarea de Pizzi fue convertir al Valencia en un equipo sólido defensivamente, algo que ha conseguido a medias. La entrada de Keyta en la plantilla a partir de enero, sin duda, ha puesto un plus de hierro en el centro del campo, pero eso no es todo. Javi Fuego es casi el único que guarda la posición y que aprieta de verdad, ya que el Valencia, en general, tiene jugadores en otros puestos (extremos...) con poca educación defensiva y eso lo acaba notando todo el bloque. Un lateral que hace tiempo que se ganó un respeto en Mestalla como Mathieu ha pasado a hacerse imprescindible en la columna vertebral ante la falta de centrales de solvencia. Pagó más de 10 millones por Otamendi, pero para la temporada que viene.

Desde arriba, Paco Alcácer sí hace un trabajo defensivo, pero no tiene continuidad en el resto. Tras los laterales se producen espacios, sobre todo en la banda de Bernat, un jugador del perfil de Jordi Alba o Alberto Moreno.

con balón

La habitual exigencia del público de Mestalla, algo de lo que Emery podría dar un clínic, ha mutado a cierta resignación. Pizzi trata de convencer con un juego basado en la velocidad de los hombres de tres cuartos de campo. Feghouli y Piatti por las bandas -más las incorporaciones de Bernat- y gente interesante por dentro como Fede o Vargas le han restado extrañamente protagonismo a un mediapunta con mucho gol como Jonas. Parejo es quien pone el criterio organizativo. Con los galones que pueda tener Rakitic en el Sevilla, es el hombre franquicia. Y arriba, la movilidad de Alcácer en el área obliga a los rivales a vigilarlo de cerca, pues es un tipo de delantero que no se puede perder de vista.

lo mejor

La contra y la velocidad en el juego de ataque. Buen nivel en la portería tanto con Diego Alves como con Guaita.

lo peor

Defensivamente no se define.

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