Mundial baloncesto. España 2014

Una generación irrepetible

  • El Mundial dará la oportunidad a la afición española de disfrutar, quizá por última vez todos juntos, de un grupo de jugadores que han llevado a la selección a la cima del baloncesto.

Granada y Madrid tendrán la oportunidad de disfrutar, quizá por última vez, de una generación de baloncestistas que difícilmente se repetirá en un corto periodo de tiempo. Un grupo de jugadores que han llevado al baloncesto español a lo más alto, ya sea en Mundiales, Europeos o Juegos Olímpicos, con permiso en este último caso de la siempre poderosa selección de EEUU. Navarro, Gasol o Felipe Reyes afrontan muy posiblemente su último campeonato con el combinado nacional, y lo hacen con un único objetivo: cerrar una trayectoria espectacular con un oro sobre su cuello y, además, en el país que los vio crecer sobre las canchas.

Es por ello por lo que se puede decir que los 12 elegidos por Juan Antonio Orenga son, sin lugar a dudas, el mejor grupo de jugadores jamás reunido por España para un acontecimiento de este tipo. Las lesiones han respetado a una plantilla compacta, con pocas fisuras y capaz de hacer muchas cosas sobre la cancha. De los 12 jugadores que acudirán a la cita, nueve tienen experiencia en la NBA -suman incluso más minutos en la Liga Profesional que los 12 seleccionados por Estados Unidos-, lo que dice mucho del potencial de España. Tan solo Felipe Reyes, Sergio Llull y el joven Álex Abrines no han pasado por la mejor liga del mundo.

España, actualmente, es la segunda mejor selección del ranking mundial elaborado por la FIBA, únicamente superada por los Estados Unidos, que se presenta como el rival a batir por el oro. Un oro que más de la mitad de estos jugadores ya tienen en su palmarés. Ocurrió en Japón, en 2006, cuando España literalmente aplastó (70-47) a Grecia.

A aquel éxito mundialista le seguirían los dos oros consecutivos conseguidos en los Eurobásket de 2009 y 2011 respectivamente y las dos platas en los Juegos Olímpicos de Pekín y Londres. Sin embargo, en la última cita mundialista el combinado español no logró pasar de cuartos de final tras perder frente a Serbia, por lo que en el interior del grupo entrenado por Juan Antonio Orenga hay una espina clavada.

España dispone de uno de los mejores juegos interiores de todo el Mundial, por no decir el mejor. La selección cuenta en la zona de la pintura con jugadores del nivel de los hermanos Marc y Pau Gasol o Serge Ibaka, todo un arsenal que el entrenador deberá saber administrar para destrozar a sus rivales desde el juego interior. Pero el baloncesto consiste en un equilibrio dentro-fuera. Y en la línea exterior también existe mucha calidad. Juan Carlos Navarro, Llull o Rudy Fernández son capaces de romper cualquier defensa con sus lanzamientos desde más allá de 6,75, pero también con su habilidad para las penetraciones. A este grupo se le ha sumado un joven prometedor que ha sido la sorpresa en la lista de Orenga como Álex Abrines, que puede ser el tapado, gracias a su calidad, dentro de una selección en la que todos los jugadores son conocidos.

Pero, sin duda, la gran estrella de este grupo ya histórico es Pau Gasol. El pívot nacido en San Baudilio de Llobregat ha demostrado, a lo largo de toda su extensa carrera, ser un jugador sobradamente válido para este reto, uno de los mejores jugadores en su posición. Su veteranía y experiencia en eventos de este tipo son necesarias para poder alzarse con el título. Tras haber descansado más que nunca, Pau se perfila como uno de los mejores jugadores del torneo. Tras su fichaje con los Bulls quiere demostrar que ha vuelto a su mejor nivel. Se espera mucho de él. Debe ser la guía de un equipo llamado a hacer grandes cosas en el Mundial.

Pero España no sólo es Gasol. Así, por ejemplo, la tripleta de bases es, sencillamente, espectacular. En teoría, José Manuel Calderón es el titular gracias a su experiencia y capacidad de liderazgo, a sus galones, en definitiva. Siempre comprometido con el grupo, cuando el extremeño está en forma el combinado nacional lo nota. Calderón tendrá que repartirse los minutos con dos jugadores muy distintos que conocen la NBA. Ricky Rubio tiene la oportunidad de seguir creciendo. A sus 23 años, parece todo un veterano, pero es claro que el futuro de la dirección del juego de España en los próximos años recaerá en sus manos. Superada su grave lesión, se espera mucho del catalán, que ha mejorado en varias facetas del juego. Como alternativa para cambiar la dinámica de un partido está Sergio Rodríguez. El Chacho ha realizado una espectacular campaña con el Real Madrid y es capaz, por sí mismo, de darle la vuelta a un choque con su imaginación, asistencias y lanzamientos exteriores desde más allá de 6,75. En definitiva, un grupo excepcional que no quiere fallar ante su gente.

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