Sevilla-real sociedad

Colíder manteniendo el patrón (1-0)

  • El Sevilla culmina el mejor arranque de su historia con un trabajado triunfo ante la Real Sociedad. Intermitente, con siete novedades y, como en el resto de sus triunfos, con dificultades para cerrar el partido, decidió un gol de Deulofeu en su estreno como titular en Liga.

Colíder en la quinta jornada. Casi nada. Un equipo en permanente renovación como este Sevilla suma cuatro triunfos consecutivos y encima dando siempre la impresión de poder ofrecer más. ¡Más! 13 puntos de 15 posibles y ningún equipo por encima tras el empate del Barcelona en Málaga. Marcó Deulofeu, cedido por el club azulgrana, en un encuentro con muchas caras nuevas. El trabajo se acumula y el sábado espera el Calderón. Qué mejor enclave para retar a este Sevilla que firma el mejor arranque en Primera de su historia.

Saliendo con notable decisión y mostrando argumentos de sobra, el Sevilla no parecía notar de inicio los nada menos que siete cambios respecto al triunfo en Córdoba. Beto volvía a la portería y apenas Pareja, Krychowiak, Tremoulinas y Bacca se mantenían del Nuevo Arcángel. Y la Real superada en general por lo que podía considerarse como la segunda unidad

Donde más se percibían las rotaciones era, evidentemente, en la segunda línea del ataque. Del habitual este curso Vidal, Denis y Vitolo a un opuesto Deulofeu, Banega y Reyes. Y a fe que el Sevilla ofreció minutos de buenas prestaciones, desde luego suficientes para doblegar a la mayoría de los equipos con objetivos inferiores al suyo.

Así, con más empuje que circulación, el Sevilla fue avisando hasta golpear duro. Zubikarai sacó con nota una falta de Pareja antes de que un centro de Tremoulinas no lo despejara De la Bella permitiendo a Deulofeu fusilar al portero vasco. Hasta siete realistas en el área y un remate franco del Sevilla, un Sevilla al que se le pueden hacer pocas concesiones. 

Yendo siempre de más a menos, Banega y Reyes tuvieron una doble ocasión al poco del gol local y el Sevilla se fue diluyendo. Sin perder el tono con Krychowiak y M'Bia a buen nivel pero dando la impresión en general de que los roles en el equipo no era en absoluto casuales. Diogo desconocido, M'Bia llamado a ser líder, a Deulofeu se le ve que tiene más para dar, a Banega le falta ritmo, Reyes... bueno, Reyes es Reyes. De no convocado a capitán. Lo único malo de pensar que si quisiera sería una figura europea es que su carrera no ha salido de esa premisa.

La Real fue viendo al Sevilla recular y se atrevió a ir avanzando. Es cierto que a Beto apenas se le recuerda una intervención de mérito (más un centro de Castro que golpeó suavemente el larguero) y Zubikarai dejó un buen abanico de paradas salvadoras (Pareja, Banega, dos a M'Bia, Vidal...), pero la Real tomó el control y eso no es buena noticia para un equipo cuyo buen nivel atrás no debe hacer olvidar que el empate sobrevoló durante demasiados minutos.

Si la media hora inicial fue un monólogo del Sevilla, la siguiente lo fue de la Real. Hasta que un gran testarazo de M'Bia salvado a medias por el palo y por Zubikarai despertó al equipo y al público y todo fue volviendo a su sitio. Sin terminar de cerrar el trabajo pero ya dando poca impresión de dejar escapar el botín. 

13 puntos, 13. Sensacional noticia que rebajó la incredulidad general ante las siete amarillas de Mateu Lahoz al Sevilla en media hora de la segunda mitad y sin una entrada fea que sustente un festival de tal magnitud. Como ejemplo, una amarilla a Bacca por simular un penalti que, pudiendo serlo o no, desde luego no merecía tarjeta porque el contacto existió. Tan evidente como que el Sevilla goza de su posición de privilegio sin nadie con más puntos que le reste su visión ganadora. Y que dure.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios