"He podido ver el partido de nuevo, lo he analizado más tranquilamente y sigo pensando lo mismo, pero multiplicado por tres". Eran las palabras el viernes de Julio Velázquez hablando sobre el encuentro del Betis ante el Lugo, que lo había dejado muy satisfecho. Satisfacción inmensa, podría decirse, después de que en la previa del encuentro ante el Leganés se reafirmara, para asombro de una gran mayoría, en sus palabras.

En el mundo real, y no en la dimensión paralela en la que parece asentado el técnico verdiblanco, el encuentro disputado en Butarque por el equipo de Velázquez fue otro horror, uno más, pero multiplicado por tres. Y es que si el entrenador destacaba la solidez defensiva, que es ficticia porque los rivales llegan igual pero no aciertan porque por algo son de Segunda División, el argumento se cayó de golpe en el minuto 90, después de doce córners del Leganés.

En 558 minutos se quedó el conjunto de Velázquez sin recibir un gol. Eso sí, sigue sumando minutos sin marcar y ya se va a los 430 sin ver puerta. Cuatro partidos sin festejar un gol, más allá de los anotados en la tanda de penaltis de la tercera ronda de la Copa del Rey ante el Lugo, ya bien entrada la madrugada. Y eso que este Betis, el de Velázquez, el de Alexis Trujillo, Manuel Domínguez Platas y demás administradores judiciales, es como "el Real Madrid de Segunda División", según dijo hace unas semanas el preparador salmantino. ¿Alguien se imagina lo que se diría del Madrid si estuviese cuatro partidos sin marcar y sin ganar?

Pero el Betis es también de los miles de socios y simpatizantes que cada fin de semana le dan su apoyo, ya sea en el Benito Villamarín o esos campos perdidos de Cataluña y Madrid, lejos del glamour del Camp Nou o el Santiago Bernabéu. Como en Sabadell o Gerona, en Leganés fueron unos dos mil los sufridores que decidieron alentar a su equipo. El suyo, no el de un Velázquez que hace los cambios cuando suena el despertador y que sigue mirando para otro lado mientras los que mandan no decidan otra cosa. Si Alexis , tal y como declaró el jueves, sigue en la misma dimensión paralela de Velázquez viendo cosas positivas cuando el resto ni las atisban, será complicado que algo cambie. Pero si se muda...

De momento, el Betis sigue llenando los campos de Segunda División, que no es mala noticia para la maltrecha economía de los clubes en esta categoría. Para unos más maltrecha que para otros, ya que el cuadro heliopolitano no anda tan mal comparado con los que son sus rivales este curso. Eso sí, un año es soportable. Dos sin subir a Primera con el convenio firmado para el calendario de pagos que exige el concurso de acreedores podría generar dolores de cabeza. Dolores también multiplicados por tres.

Tres son también los partidos que el Betis lleva perdidos ya esta campaña. Tres de nueve. La tabla del tres persigue a Velázquez y al equipo, que el próximo sábado (18:15) se jugará algo más que tres puntos ante el Recreativo, que ahora cierra una zona de play off de la que el Madrid de Segunda está fuera.

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