El fuego quema, el agua moja y el nueve golea. Álex Alegría (Plasencia, 1992) es un modelo ejemplar de delantero centro. Alto, fornido, de buena planta, el ariete del Betis B, que llegó procedente de los escalafones inferiores del Cacereño en la temporada 2013-14 , estrenó frente al Melilla su cuenta goleadora en la presente campaña. La puntería no ha llegado rápido, todo sea dicho, pero sí ha llegado bien. Dos goles y de los importantes: el del empate (fue el 1-1) y de la tranquilidad (el 3-1 definitivo).

"Estoy muy contento. Hasta el momento todos me decían que estuviera tranquilo, que no me obsesionara por no anotar, que cuando llegara el primero vendrían más. Y así fue el domingo", señala un Álex Alegría cuya contribución en el filial verdiblanco esta campaña se resume en una estadística: los triunfos del Betis B han contado todos con la participación de Álex Alegría como titular y habiendo disputado los noventa minutos.

El delantero placentino, en cualquier caso, opta por no atender a los fríos números y prefiere centrarse en la labor del equipo. "Jugamos más compactos, defendemos más unidos y eso, sin duda, está ayudando a la mejoría en los resultados. Físicamente estamos yendo bien, no en vano tendemos a anotar en los últimos veinte minutos de partido, lo que indica que terminamos los partidos mejor que los rivales", señala Álex Alegría, que confiesa encontrarse ahora "como una moto".

La fijación de los técnicos del filial verdiblanco en la primera fase de la temporada está siendo la defensa, un extremo que cobra particular importancia en los conjuntos filiales. Ante el Melilla, sin ir más lejos, pudo observarse la crucial labor de futbolistas corpulentos como Fabián, Luis Madrigal o el propio Alegría, todos de corte ofensivo, a la hora de defender las jugadas a balón parado. "El míster nos pide a todos que defendamos. Desde el último delantero hasta el primero de los defensas. En el juego estático es importante, pero también es nuestro deber impedir que el oponente circule el balón fluido y llegue fácil a nuestra área", relata.

Y si es importante la faceta defensiva en un equipo canterano, más lo es cuando se trata de uno recién ascendido. "Es muy distinto", declara Alegría. "Se nota principalmente en las jugadas de estrategia, tanto en ataque como en defensa. Los zagueros están más atentos, los espacios se reducen y se hace más complicado atacar y defender", explica un delantero que cumplió 22 años hace justo una semana. El par de goles ante el Melilla fue desde luego un obsequio. No es de extrañar que, el domingo próximo, reciba otro turno de agasajos en su vuelta a Cáceres, ciudad adonde viaja el Betis B para enfrentarse al Cacereño. De sus categorías inferiores recaló en Heliópolis y los amigos bromean con eso de que debe bajar el pistón. "Me da pena que sean colistas, pero ahora toca ganar", remata. Palabra de ariete.