El sevillano Josué Brachi se proclamó en Limassol (Chipre) campeón de Europa de halterofilia sub 23, en la categoría de 56 kilos, un título que le sirve para "redimirse" de su actuación en el pasado Mundial absoluto, en el que acabó vigésimo segundo.

"Estoy muy contento. Venía aquí a por la medalla, no sabía cuál, pero la competición me salió muy bien. Acabé el Mundial muy decepcionado y esto me sirve para redimirme y tomar de nuevo un impulso", afirmó el haltera hispalense, que tiene previsto llegar mañana a Sevilla. ¿Se tomará un descanso? "Para nada, el jueves ya estaré entrenándome. Cada día que no me entreno es un día que pierdo hacia mis sueños".

Brachi levantó en arrancada 117 kilos, logrando un nuevo récord nacional, y consiguió el oro por delante del búlgaro Asen Muradov (116) y del polaco Dominik Kozlowski (110). En dos tiempos fue segundo con 139, al ser superado por el armenio Smbat Margaryan, que ganó en esta modalidad con 145 kilos, pero en el total olímpico Brachi (que en el Mundial levantó 114 kilos en arrancada y 133 en dos tiempos) se proclamó campeón con nuevo récord de España, 256 kilos, cuatro más que Margaryan, en tanto que fue bronce Muradov con 251.

"Todo lo que consigo se lo dedico a la gente que está a mi lado, especialmente a mi familia y a mis entrenadores", indicó Brachi, que ya piensa en el Europeo absoluto del próximo febrero y en el Mundial de 2015: "Son los grandes objetivos y el camino para llegar a Río 2016".