Una nueva era en este Betis. Así comenzó Juan Carlos Ollero, el nuevo presidente de la entidad heliopolitana, su primera conferencia de prensa, en la que solicitó la máxima exigencia para devolver al Betis a Primera. Además, Ollero ratificó a Juan Merino como entrenador del primer equipo, al menos de manera transitoria, tras la destitución de Julio Velázquez, después de que las negociaciones con Pepe Mel, el preferido de la afición y del propio director deportivo, Alexis Trujillo, no llegasen este martes a un punto en común. 

La jornada se hizo larga en Heliópolis. Al filo del mediodía, Ollero hizo acto de presencia en el estadio para una primera toma de contacto, algo que se amplió por la tarde durante las seis horas que estuvo reunido el nuevo consejo de administración. Tras formalizar la entrada de los cuatro nuevos consejeros por cooptación, Ollero, además de perfilar las que serán las nuevas señas de identidad del club, abordó el futuro del banquillo verdiblanco. 

Alexis Trujillo tenía colocado el nombre de Mel en primer lugar como candidato y así se lo hizo saber al consejo, aunque la opción de Merino siempre estuvo presente. Y es que las diferencias con el exentrenador bético siguen existiendo y ya no sólo en el apartado económico, donde sí podría haber acuerdo, sino en otros aspectos en los que a Mel le gustaría contar con más poder de decisión. 

"Al nombre de Mel cualquier bético le tendría poco que oponer, pero queremos pensar serenamente todo sobre el entrenador. No me gusta tener que decidir sobre una sola alternativa", manifestó Ollero, que, además de asegurar que él no había hablado con Mel, indicó que no cree en un modelo en el que la opinión del entrenador o del secretario técnico esté por encima de otros: "Es un trabajo de equipo, sabiendo que existen diferentes personalidades y gente que quiere imponer su criterio por encima de todo. No puede haber nada contra el entrenador, ni contra el secretario técnico y tampoco contra el club, que también tiene cosas que decir". 

Incluso Ollero aseguró que no tenía conocimiento de un diálogo con Mel, aunque tampoco lo puso en duda. "No tengo noticia de negociaciones con Pepe Mel, si lo dices debe ser un hecho cierto. No nos vamos a ver comprometidos con lo que hayan dicho los consejeros anteriores, aunque estoy seguro de que no ha sido así. El caché económico de Mel lo desconozco. No sé si será un inconveniente, lo conoceré cuando hablemos con él. Y tendrá Mel que querer hablar con nosotros", comentó el ahora presidente, que sí quiso reforzar la figura de Merino, pese a que el propio club definiera como transitorio su nombramiento: "A la plantilla le acreditaré que nuestro entrenador es, y mientras lo sea, Juan Merino. No nos vamos a imponer ningún plazo y la situación de Merino es transitoria porque pensamos indagar las posibilidades de un entrenador para el Betis. Nuestra información acreditada es que puede estar en el primer equipo todo el tiempo que sea necesario". 

En el apartado deportivo, Ollero agregó que tanto Alexis Trujillo como José Luis Molina, secretarío técnico y que apostaba por Velázquez, continuarán de momento en sus cargos, al mismo tiempo que cifró en 1,2 millones de euros la cantidad disponible para el mercador invernal. "Se podría aumentar si cerramos una serie de acuerdos que no voy a desvelar aquí", añadió. 

Previamente, el nuevo presidente esbozó las claves de su mandato. "Ésta es una nueva etapa en el Betis, no es una simple renovación del consejo. Si queremos que el Betis tenga un futuro tranquilo, como va a tener, nuestro principal objetivo tiene que ser acercarnos a todo el bético sin excepción. No me va a costar trabajo, porque desde que tengo uso de razón me recuerdo como bético. No voy a dejar que me lo discuta nadie", comenzó Ollero, que pasó a hablar de subir el listón del club: "Nos vamos a imponer un discurso de autoexigencia máxima. Este club será más grande en cuanto más nos exijamos, a todos, plantilla incluida. Tardaremos más o menos, pero no quedará nadie sin esa filosofía. El Betis no puede estar en la situación deportiva en la que está, nuestro primer objetivo no tiene más remedio que ser ascender a Primera". 

Posteriormente, el máximo dirigente quiso dejar a un lado las excusas. "Sé que estamos en un momento de administración judicial. Es un hecho, pero no puede ser excusa para una mala gestión del Betis. Incluso así puede gestionarse sensatamente y alcanzar objetivos", dijo Ollero, antes de dejar claro cómo afronta su llegada a la presidencia: "No tengo ningún interés personal, sólo tengo el gusto de ser presidente del Betis. No pienso ganar dinero, ni sacar relaciones. Mi único pensamiento es el Betis y no otro, que quede muy claro. Si tengo la sensación de que estorbo, cojo la puerta. Si no creyera que estoy capacitado para impulsar al Betis, no estaría aquí".