Es el rey del gimnasio, donde se le puede ver ya a las 8:30 de la mañana cuando sus compañeros aún no han llegado e incluso después de rendir a pleno pulmón durante 90 minutos en un partido nocturno. En su rostro no se refleja que llegara a su casa la noche anterior, entre el estrés pospartido, el desplazamiento al hotel y la cena de recuperación, ya bien entrada la madrugada. Es Grzegorz Krychowiak, el líder en el campo, donde se ha ganado el respeto en apenas tres meses de competición y en el que marca el ritmo del Sevilla 14-15.

También marca el ritmo en las redes sociales, verdadero termómetro y canal para acercarse a la afición y una herramienta que -bien utilizada- sirve a un futbolista para hacerse más humano. "Hoy ha sido un día muy ocupado para mí. Por la mañana, entrenamiento, ahora visito a unos niños en el hospital", escribía este martes el polaco haciendo referencia también a una entrevista en la televisión oficial del club en su cuenta oficial de Twitter, donde antes de cada partido arenga a los suyos y ofrece alguna nota de las sensaciones que palpa en el vestuario, igual que después de cada encuentro. "La derrota en el Camp Nou duele. Estamos decepcionados y los aficionados también, pero no nos rendimos. No se puede volver al pasado, miramos al futuro. ¡El jueves debe ser mejor!". Las palabras de aliento y optimismo tras el 5-1 del pasado sábado demuestran la importancia que Krychowiak otorga a este canal de información.

Se pudo palpar en la visita que una amplia representación del Sevilla brindó este martes al hospital de San Juan de Dios en Alcalá de Guadaíra que el polaco es el líder que ha ocupado el lugar de Rakitic en el corazón del aficionado. Marca el paso, crea tendencias con su manera de vestir (fue muy elogiado por comparecer en su presentación con una elegante chaqueta) y es la referencia en el campo. Su espectacular trabajo y sacrificio se ha convertido en el espíritu de ese Sevilla que últimante se ha agarrado al primer verso del himno de El Arrebato. El "dicen que nunca se rinde" es reflejo del fútbol de Krychowiak, insustituible ya para Unai Emery y el jugador más utilizado por el preparador guipuzcoano.

Cuando las cosas van mal en el campo, todos miran a este grandullón que es todo hierro y músculo y que, como era de esperar, empieza a llamar la atención de los grandes clubes de Europa. "No pienso en lo que sucederá en un mes o en un año. Estoy feliz en el Sevilla y no me cuestiono el futuro", dijo Krychowiak en una entrevista para un medio de su país la semana pasada. El nombre del Arsenal había sonado con insistencia sobre su futuro más inmediato, tan inmediato que medios británicos aseguraban que Arsene Wenger lo quiere para enero. Muchos sevillistas saben que el traspaso millonario del polaco es cuestión de tiempo, pero está generalizada la sensación de "disfrutarlo" al menos durante esta temporada.

Este martes fue la atracción, el hombre más buscado, en la visita solidaria en la que también estuvieron, aparte del presidente, José Castro, otros miembros de la primera plantilla como Fernando Navarro, Diogo Figueiras, Carriço y Barbosa.

Es el modelo a seguir, el que enseña que el trabajo duro y diario (en el gimnasio y en el campo) da sus frutos, el espíritu al que apela el vestuario después de tres partidos sin conocer la victoria y con la necesidad de sellar el pase a la siguiente ronda en la Liga Europa mañana ante el Feyenoord. Es Krychowiak y todos lo siguen...