Llegó otro día señalado y el CB Sevilla volvió a asomarse al precipicio, al filo del barranco por el que se paseó al inicio del campeonato liguero. Llegó el Morabanc Andorra, varado en una minicrisis de resultados y que fuera del Principado era un dulce gatito. Hasta ayer. Mutó en guepardo y le dio una lección de juego a los chicos de Roth, de nuevo en su papel de secundario cada vez que se disputa la ACB. Al técnico le llovieron las críticas de la grada y van en aumento los hinchas que piden su cabeza, igual que los más jóvenes critican a algunos de los nuevos directivos, más dados a buscarse enemigos tecleando en las redes sociales que en encontrar soluciones.

Y nadie niega, faltaría más, que esta paliza, este cataclismo de encuentro, una hecatombe inesperada en toda regla, pueda ser un mero accidente, sin más, pero la gente se va hartando de que algunos jugadores que no rascan bola, o cuando lo hacen apenas muestran recursos positivos, sigan disponiendo de ficha del primer equipo.

En fin, la sublimación de la ley de Murphy se hizo carne en San Pablo y todo lo que pudo ir mal, resultó horripilante. No es por desmerecer a la tropa de Joan Peñarroya, un técnico que llega a la élite para quedarse y que le dio un baño táctico a su colega -aunque no lo considere así la Liga- Roth: cambio a zona en las segundas jugadas del CB Sevilla -después de falta, de fuera de banda...- para generar desconcierto, muchas ayudas para secar a Hernangómez y optimización del bloqueo y continuación para elevar a los altares a Bogris, defendido por el joven madrileño. Claro, el Andorra olió la sangre en el frío recinto hispalense y, como al perro flaco las pulgas se le multiplican, empezó a meter triples sobre la bocina, pero la mayoría de las veces con movimientos de balón precisos que lograban destartalar la defensa local y que los lanzadores tiraran más solos que la una.

Al encuentro le cogió ojeriza el CB Sevilla desde el minuto uno. Bien por la responsabilidad de ganar, por tener delante a un adversario sin la pompa del Madrid, el Barça o el Unicaja -contra los que rayó a un grandísimo nivel- o por la gripe que arrastraban varios jugadores -según explicó Audie Norris en la rueda de prensa-, las cosas salieron mal, continuaron peor y acabaron fatal para los anfitriones, a quienes un triunfo les habría servido para tomar confianza después de rebasar el primer tercio de la competición.

El Morabanc no dispone de un plantel alto, pero marcó el tempo y el método, con el CB Sevilla siempre ajustándose a lo que los pirenaicos ejecutaban. Las dos faltas rápidas de Oriola aligeraron la entrada en la cancha de Porzingis en el minuto 6. Por entonces ya se apreciaba que el devenir del choque sería durísimo. A falta de centímetros, el Andorra apuesta por la fortaleza física, con un impresionante Gomes, y por la solidaridad a la hora de hallar las mejores opciones.

Bogris fue un tormento dentro de la pintura con ocho puntos en el primer cuarto, que el CB Sevilla terminó con sólo una canasta más que el pívot griego (10-19) y recibiendo tibios pitos de la afición. Llegó a la decena el heleno en el inicio del segundo periodo para romper la zona hispalense. Balvin dio descanso al desconocido Hernangómez y tampoco solucionó el desaguisado. Además, cada vez que el equipo local se llevaba una alegría (triple de Byars) rápidamente era neutralizada por los andorranos (triple de Bivià). A 15 de diferencia se escaparon los visitantes ante un desacertadísimo CB Sevilla, que llegó al descanso cayendo por nueve gracias al arrojo de Berni y de Byars.

Volvió a dispararse tras el intermedio el Andorra con un juego sencillo de pick&roll o yendo con fiereza al rebote ofensivo para martillear luego de tres. Berni lo intentaba pero nunca bajaba de 10 el margen y había jugadas surrealistas como los pasos de salida de Woodside -muy mal ayer- o la esperpéntica canasta de Bivià que selló el tercer cuarto que demostraron a las claras que la mañana estaba torcida. El último acto sólo valió para agujear más la defensa sevillana y aumentar más las dudas en un grada que ya ha perdido la paciencia.

Ficha técnica:

57 - CB Sevilla (10+14+19+14): Radicevic (7), Urtasun (7), Berni Rodríguez (11), Oriola (6), Hernangómez (6) -cinco inicial-, Thames (-), Derrick Byars (10), Porzingis (4), Woodside (4), Gallardo (2) y Balvin (-).

77 - MoraBanc Andorra (19+14+25+19): David Navarrro (4), Schreiner (6), Beto Gomes (15), Ivanov (7), Bogris (20) -cinco inicial-, Trías (-), Biviá (10), Green (10), Martínez (-) y Blanch (5).

Árbitros: Daniel Hierrezuelo, Juan Luis Redondo y Rial. Sin eliminados.

Incidencias: Partido de la duodécima jornada de la Liga Endesa, disputado en el Palacio de los Deportes San Pablo, en Sevilla, ante 2.000 espectadores.