Cb sevilla - Lietuvos Ryyas

Con capitán al mando (88-82)

  • Tras 12 derrotas seguidas, el conjunto sevillano, dirigido en el banquillo por Carrasco, vence mostrando una clara mejoría en su juego y actitud.

No cayó la decimotercera derrota consecutiva del Baloncesto Sevilla. Cayó la primera victoria de Javier Carrasco al frente del equipo hispalense. Un triunfo que tiene mucho valor en lo psicológico porque la plantilla no puede olvidar qué es ganar y quitarse de encima el sambenito de perdedor casi sin luchar. No hay que lanzar las campanas al vuelo, pero lo cierto es que desde la salida de Scott Roth el cuadro andaluz compitió tres cuartos en Tenerife y ayer ganó al Lietuvos Rytas en el Last 32 de la Eurocup. El camino se empieza andando y con Carrasco, al menos, el conjunto andaluz lo hace hacia delante, que no es poco tras la involución constante con el técnico yanqui al mando. 

El CB Sevilla estaba muerto con Roth y ahora, de la mano del preparador sevillano, al menos respira. Más allá de los resultados o de hablar de que todo es mérito exclusivo del entrenador, que en menos de una semana es imposible, lo cierto es que la actitud de los jugadores es otra. Se sigue fallando a la hora de cerrar el rebote o la defensa exterior del rival, pero hay vida en la cancha, hay ganas y actitud, todo lo que el técnico norteamericano fue cercenando día a día con sus decisiones y manifestaciones. 

La Eurocup, al menos como torneo, poco importa ya para un conjunto que debe poner todos sus esfuerzos en la ACB, pero sí que puede servir a Carrasco, al nuevo entrenador que venga -si viene- y a la plantilla como un banco de pruebas para recuperar sensaciones y darse alguna alegría para el cuerpo en forma de victoria que redunde después en la competición casera. El Lietuvos Rytas, que hace una semana pasó por encima del cuadro sevillano, entonces capitaneado por Roth, se enfrentó a un equipo, con todas las letras, en un gélido San Pablo, tanto en la cuestión ambiental como en la climatológica. Compromiso, solidaridad, ayudas atrás y un ataque más coral fue lo que pusieron en la pista los jugadores. Desde el banquillo Carrasco ponía cabeza, mandaba y protestaba a los árbitros, con cambios y rotaciones lógicas y pidiendo los tiempos muertos cuando hay que hacerlo. ¡Qué poco hacía falta para ver otra cosa! Quizá muy poco, sí, pero es que antes no había nada de eso. 

Fue un entrenamiento a puerta abierta, porque a nadie se le escapa que aunque hubiese opciones de seguir adelante en esta Eurocup no hay que perder ni un gramo de fuerza en otra cosa que no sea la ACB. Kirk Penney pudo ver in situ a sus nuevos compañeros y puede que tenga que acoplarse a la carrera porque Álex Urtasun se lesionó en el tobillo (un esguince) y puede que no esté para el domingo ante el Valencia Básket. A perro flaco... El tirador neozelandés vio cómo Byars, por fin, veía el aro como una piscina y entre él y Porzingis mantuvieron al cuadro local en el primer cuarto. El Lietuvos Rytas dio un zarpazo (parcial de 0-8) al inicio del segundo acto (20-30), pero cinco puntos seguidos del alero americano (con pasaporte costamarfileño) metieron de nuevo a los suyos en el partido. 

El Baloncesto Sevilla defendía. Lo intentaba al menos con una intensidad que hacía tiempo no se veía por San Pablo. Aun así, los triples de los lituanos eran un arma difícil de frenar porque los visitantes movían bien la pelota, unas veces, o porque los locales llegaban tarde, muchas otras. 

Con todo por decidir se llegó al descanso (42-44), pero las sensaciones, se perdiera o se ganara, eran otras. Sensaciones distintas desde el banquillo y lo que se vía en la cancha, con Porzingis asumiendo los galones de jugador franquicia que siempre debió tener, Byars sumando en ataque (más que en defensa) y Radicevic con la confianza necesaria para asistir y anotar cuando hacía falta. 

El base serbio, que ya fue de los mejores ante el Iberostar el pasado domingo, tomó la manija del equipo. Estuvo en 19 de los 20 minutos de la segunda mitad y de su mano el CB Sevilla jugó por fin al baloncesto. Consciente de sus limitaciones, el equipo hispalense intentó explotar sus virtudes aprovechando los centímetros de sus pívots para anotar y comprendió que debía multiplicarse en defensa para evitar que el Lietuvos Rytas encontrase en el triple (lanzó más veces de tres puntos, 30, que de dos, 28) un arma definitiva. Gecevicius, que hace una semana en Vilna martilleó la canasta hispalense, mantuvo el ritmo encestador (4/7 en triples) de su equipo, pero tuvo respuesta con Byars y Radicevic, que clavó un par de triples desde más de siete metros en momentos claves cuando peor lo pasaban los suyos. 

Así, el encuentro entró en los últimos 10 minutos con todo por decidir. Al igual que el domingo en Tenerife. Ver para creer. Un parcial de 12-2 con Byars liderando el ataque rompió el choque (70-63). Dos triples más de Woodside le dieron la máxima renta al CB Sevilla (84-71 en el minuto 37), aunque Gecevicius y Lavrinovic no se rindieron hasta el final, pero el acierto exterior (por encima del 50 por ciento) y el juego (por fin) de equipo dejaron el triunfo en San Pablo. Una alegría tras doce derrotas consecutivas. Algo que ver tendrá el entrenador.

Ficha técnica:

88 - CB Sevilla (18+24+16+30): Radicevic (12), Berni Rodríguez (3), Alex Urtasun (8), Pierre Oriola (2), Balvin (4) -cinco inicial-, Byars (20), Porzingis (16), Woodside (12), Gallardo (-) y Willy Hernangómez (11).

82 - Lietuvos Rytas (22+22+17+21): Gecevicius (14), Juskevicius (14), Lukauskis (-), Orelik (19), Kavaliauskas (2) -cinco inicial-, Leslie (2), Billy Baron (6), Lavrinovic (16), Janavicius (-) y Moser (9).

Árbitros: Roberto Chiari (Italia), Ioannis Foufis (Grecia) y Uros Obrknezevic (Serbia). Sin eliminados.

Incidencias: Partido de la cuarta jornada del Grupo L del 'Last 32' de la Eurocopa, disputado en el Palacio de los Deportes San Pablo, en Sevilla, ante cerca de seiscientos espectadores.

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