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La semifinal del tenis perfecto

  • Novak Djokovic y Stanislas Wawrinka se enfrentan mañana por un hueco en la final

Roger Federer y Rafael Nadal ya no están, pero el tenis espera expectante y feliz la semifinal del Abierto de Australia que mañana jugarán Novak Djokovic y Stanislas Wawrinka. "Ya escuchaste la reacción de la tribuna, esperan un maratón como las últimas dos veces", dijo ayer el serbio al ex tenista estadounidense Jim Courier mientras éste lo entrevistaba para el Channel 7 australiano. "Sé que los dos daremos lo mejor para jugar el mejor tenis posible", añadió el serbio tras su sólido 7-6 (7-5), 6-4 y 6-2 sobre el canadiense Milos Raonic. Horas antes, Wawrinka se había impuesto 6-3, 6-4 y 7-6 (8-6) al japonés Kei Nishikori.

Cuando se enfrenten, ambos conocerán ya al otro finalista, pues el checo Tomas Berdych y el británico Andy Murray juegan hoy la primera semifinal.

Los rugidos de los espectadores tienen su razón de ser: Djokovic se impuso 12-10 en el quinto set a Wawrinka en los octavos de 2013, y el suizo le devolvió la gentileza con un 9-7 en el quinto parcial en los cuartos de 2014.

"Estoy listo, los últimos tres partidos que jugamos en Grand Slams fueron en instancias definitorias. Nos vamos a impulsar los dos hacia los límites. Será una batalla física también, y no tuve partidos muy largos en este torneo, así que lo estoy esperando", dijo el serbio.

Antes de que Djokovic batiera a Raonic, Wawrinka ya contaba en cierta forma con que el rival fuera Novak. "Va a ser divertido jugar nuevamente con él, me va a gustar jugar con él tres años consecutivos. Tuvimos algunos partidos de locura en los Grand Slams en los últimos años", recordó el suizo, que incluye el 6-4 en el quinto set de la semifinal del US Open 2013 que le ganó Djokovic.

El duelo tiene muchos atractivos, pero estadísticamente no deja de ser extraño que, tras 16 victorias de Djokovic y sólo tres de Wawrinka en el historial que comparten, se hable de duelo.

Djokovic explicó por qué Wawrinka es un rival a su altura. "Él no creía lo suficiente que fuera capaz de ganar Grand Slams, y eso cambió en los últimos dos años", recordó el serbio, que espera una "batalla" en la noche del viernes. Una batalla que opondrá el tenis de goma del serbio al preciosista del suizo, dueño de un servicio implacable y de un revés a una mano que calienta los corazones de aquellos que aman al deporte de la raqueta. Si los dos juegan a su máximo nivel, bien puede hablarse de la semifinal del tenis perfecto.

Djokovic cedió apenas una vez el servicio en todo el torneo, pero Wawrinka ganó los seis tie breaks que jugó hasta el momento. El suizo confía en frenar al serbio, que lleva ganados 30 de los últimos 31 partidos que jugó en Melbourne Park y busca un quinto título que es inédito en la era profesional.

"No siento la presión de defender el título porque no vine aquí a defenderlo", advierte Wawrinka. "Vine aquí para un nuevo desafío, a un nuevo Grand Slam".

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