Un dato esperanzador para muchos profesionales del baloncesto. Así lo estiman un puñado de técnicos españoles cuando opinan al respecto: los 18 banquillos de la Liga ACB están ocupados por entrenadores nacionales. La destitución de Velimir Perasovic en Valencia, donde lo ha sustituido Carles Duran -pupilo, por cierto, de Aíto García Reneses-, y el despido de Scott Roth hace menos de dos semanas, recalando Luis Casimiro en Sevilla, han provocado esta curiosa circunstancia que alienta a los preparadores españoles, tan necesitados de trabajo en la élite hace no demasiados años. Perasovic, Roth y Marco Crespi, quien hizo las maletas hace tiempo en Vitoria, eran los únicos foráneos en los banquillos a comienzos de curso.

El preparador español no tenía tanta presencia en los banquillos de la ACB desde hace casi 30 años, cuando los entonces 16 equipos contaron todos con técnicos de la casa -el único que se mantiene desde entonces es Aíto-. En realidad, el récord se superó la pasada jornada, al dirigir Javi Carrasco al CB Sevilla en la pista del Iberostar Tenerife, aunque oficialmente el primer técnico fuera Audie Norris. Ahora, ya con Casimiro al frente en San Pablo, se confirma el pleno patrio en la élite del baloncesto nacional.

La lista de la docena y media de entrenadores es la siguiente: Joan Plaza (Unicaja), Pablo Laso (Real Madrid), Salva Maldonado (Joventut), Sito Alonso (Bilbao Básket), Xavi Pascual (Barcelona), Carles Duran (Valencia Básket), Aíto García Reneses (Herbalife Gran Canaria), Ibon Navarro (Laboral Kutxa), Alejandro Martínez (Iberostar Tenerife), Moncho Fernández (Obradoiro), Diego Ocampo (UCAM Murcia), Txus Vidorreta (Estudiantes), Jaume Ponsarnau (Gipuzkoa Básket), Joan Peñarroya (Andorra), Hugo López (Fuenlabrada) y Luis Casimiro (CB Sevilla).