Sin tapujos y con un cierto retraso que el propio entrenador justificó por su charla en el vestuario con los jugadores, acudió Pepe Mel a la sala de prensa de Anduva, donde expresó su malestar por el juego desplegado por su equipo, que lo llevó a deambular por el terreno de juego y a sentirse inferior a un Mirandés que hizo merecimiento para un mejor resultado.

"Sinceramente, no hemos venido, no hemos estado. Pido perdón por la tardanza, me quería calmar, no quería decir cosas de las que luego me pueda arrepentir. No puedo rescatar nada de este partido, salvo el resultado. Quiero pedir perdón a los béticos que han venido para ver esto. Nosotros tenemos que mirarnos a nosotros mismos porque el domingo ante el Valladolid tenemos que cambiar la cara. No sé por dónde salvar a mi equipo porque no ha ganado en los duelos, no ha ganado en las segundas jugadas, no ha sido capaz de enlazar tres pases, no hemos tenido ocasiones de gol, hemos estado blandos en defensa. Sinceramente, todos tenemos que revisar este partido a conciencia. No me preocupa el partido contra el Valladolid porque damos en esos partidos la talla, pero es una lección muy mala para el futuro. Nos hemos visto superados por el Mirandés en todas las facetas del juego", manifestó el entrenador verdiblanco, que no entiende que la presión de ascender pueda jugar en contra de su equipo: "La presión la debemos de tener, es lo que no entienden ellos; es lo que les estaba diciendo en el vestuario. Es que a nosotros no nos vale empatar a cero en un mal partido, no nos debe valer; nos vale porque era el mejor resultado que podíamos sacar visto el partido. El mejor resultado que podíamos sacar es el que hemos sacado y eso es muy triste. Si hacemos otra cosa y nos ganan, pues ya está. Sabíamos los resultados de los demás y hemos pasado por este partido sin pena ni gloria. Me da mucha pena porque los béticos saben cómo juega el Betis, los de Miranda no y se van sin saber quién es el Betis porque hoy, sinceramente, no hemos hecho acto de presencia".

Cuestionado Mel sobre si todos los asuntos extradeportivos pudieron afectar a sus jugadores, el técnico verdiblanco aseguró que podría ser una causa que explicase el bajo rendimiento. "Les pido perdón por la tardanza porque he estado encerrado con ellos y quiero saber qué pasa. Es cierto que el campo no te deja jugar, pero el Mirandés ha dado tres pases y nosotros no. Puede ser que tanto revuelo y tantas cosas negativas, al final somos seres humanos, y hablar de tantas cosas que no suman pues nos quita protagonismo en lo importante. Esta semana saldrá otra cosa y tendremos que salir a otro follón nuevo", finalizó el preparador verdiblanco.

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