El preferido para convertirse en nuevo director deportivo del Betis responde al nombre de Eduardo Maciá, que sólo está a la espera de desvincularse de la Fiorentina, con la que le queda un año de contrato, para darle luz verde al acuerdo alcanzado el pasado viernes en Valencia en la reunión que, como informó este periódico, mantuvo con la cúpula deportiva de la entidad verdiblanca.

En esa cita, a la que también acudió el director general de la entidad, Federico Martínez Feria, Maciá, que ya había mantenido contactos previos con los dirigentes béticos, conoció de primera mano tanto la propuesta definitiva de la entidad verdiblanca como los entresijos del club en materia económica y deportiva, dos aspectos fundamentales para realizarse una composición de lugar de la tarea que tendría que llevar a cabo en el Betis, ya sea en Primera o Segunda División.

La reunión fue positiva por todas las partes y se superó algún pequeño obstáculo previo -la promesa de un candidato a la presidencia del Barcelona-, a falta de que Maciá ponga fin a su etapa en la Fiorentina. Al valenciano lo convenció tanto la oferta económica y duración de contrato -sus emolumentos estarían muy por encima de lo que han cobrado Vlada Stosic y Alexis Trujillo, los dos últimos directores deportivos-, como la responsabilidad que asumiría con su nombramiento como director deportivo. El presidente, Juan Carlos Ollero, y el administrador judicial, Francisco Estepa, le dejaron muy claro que él tendría plenos poderes para configurar tanto su equipo de trabajo como el poder de decisión en materia de fichajes. De esta forma será Macià quien decida el futuro de José Luis Molina, actual secretario técnico, Alexis Trujillo, aunque éste tiene dos años más de contrato, y del resto de miembros que vienen trabajando en la secretaría técnica de la entidad.

De igual forma, Maciá tendría un papel decisivo en la futura plantilla, incluso por encima del entrenador de turno. Precisamente, este asunto chocaría con lo anunciado en su día en la contratación de Pepe Mel, cuando se aceptó que éste desempeñaría un rol relevante en materia de fichajes. Todavía es pronto para considerar que se produce una fricción, ya que Maciá, en primer lugar, dialogaría con todos los actos principales de la entidad, pero Mel ya ha dejado entrever en más de una ocasión que, en caso de conseguir el ansiado ascenso, se sentaría con el club a dialogar antes de asegurar su continuidad, por más que esto quedase aceptado cuando se firmó una ampliación en el caso de regresar a Primera.

Mientras tanto, ayer por la tarde se produjo una reunión del consejo de administración en el Benito Villamarín, donde la cúpula deportiva de la entidad verdiblanca informó al resto de consejeros del punto en el que se encuentran las negociaciones con Eduardo Maciá. El club es optimista, aunque al valenciano se le dio de plazo hasta después de Semana Santa para desvincularse de la Fiorentina, ya que no se quiere caer en el mismo error de la pasada temporada, cuando la espera por Lorenzo Serra Ferrer acabó afectando a toda la planificación deportiva del club.

La reunión en Valencia con Maciá despejó las dudas y el vínculo quedó comprometido entre todas las partes, pero siempre y cuando Maciá se pudiera poner a trabajar desde ya en la planificación deportiva de la próxima temporada.

El valenciano tiene ganas de encabezar un proyecto, después de haber trabajado a la sombra durante toda su carrera, aunque siempre en clubes de prestigio como Valencia, Liverpool, Olympiacos y ahora la Fiorentina. La oportunidad en el club verdiblanco, con un proyecto a largo plazo, lo ha seducido, a la vez que la sintonía con los dirigentes béticos fue absoluta en esa reunión en la que se vieron las caras.

Los nombres de Ramón Planes, Felipe Miñambres o Manolo Salvador se encuentran en la recámara de los dirigentes béticos, aunque el pensamiento de todas las partes es que en breve se podrá anunciar a Eduardo Maciá como nuevo director deportivo, con todas las atribuciones para desarrollar su trabajo en la entidad verdiblanca.