Tres puntos y para casa, por la autopista, para que hoy el bético disfrute en toda su plenitud del luminoso Domingo de Ramos. Y que, con el paso de las horas, le parezca cada vez menos malo el partido que volvió a perpetrar el Betis en el Nuevo Colombino. Discretísimos sus tres delanteros, Jorge Molina, Rubén Castro y Rennella; demasiado intermitente la única fuente de fútbol en el medio si no está Dani Ceballos, léase Portillo; y de nuevo temblorosa la defensa, sobre todo en su eje. La única noticia positiva fue la irrupción de Varela, que colgó diez o doce balones, muchos peligrosos. Tanto insistió que Xavi Torres irrumpió una vez. Bastó ante un Recre limitadísimo, sí, pero que se fue a la ducha jurando en arameo contra el joven y superado colegiado.

Defensa

El Betis va camino de ascender con una defensa ciertamente sospechosa incluso con todos sus titulares disponibles. Más aún si falta alguna pieza habitual, como ayer. Esta vez le tocó a Jordi Figueras, cuya plaza vacante ocupó Héctor Rodas, diestro él. Mel lo ubicó en el perfil derecho para facilitarle las cosas y desplazó a Bruno a la izquierda. Pero pronto empezaron los titubeos de Rodas: un defectuoso despeje en el área dio con el balón en su brazo izquierdo de rebote. No fue penalti y así lo vio el árbitro, con buen criterio en esta ocasión, pero esa acción desató los nervios en el experimentado zaguero, la línea empezó a dudar y fue imposible que el Betis diera un giro de tuerca en su propósito de encimar al Recreativo y enroscarlo en su área. Todo lo contrario. Las dificultades del Betis, ya conocidas esta temporada, para imponerse en balones divididos, rechaces y segundas jugadas fue equilibrando la batalla en la medular.

El hombre de más calidad en los onubenses, Pedro Ríos, no apareció por el carril de Varela, pero también tiene pase desde más atrás, como evidenció en su servicio a Caye, al que dejó mano a mano ante Adán en el minuto 39. Contratiempo sobre contratiempo: Rodas se lesionó al forzar en su carrera para hostigar a Caye en esa referida acción y dejó su lugar a Caro en la segunda parte. Ni el canterano ni Bruno tabicaron el área cuando el Recreativo apeló al fútbol por las bravas, al balón directo y a acumular hombres arriba para cazar alguna. La cazaron en el alargue. Suerte para el Betis que el árbitro no vio el penalti.

Ataque

La producción atacante del Betis junto a la ría no merece más que un pequeño párrafo. Así de deslavazado fue. Portillo quiso maniobrar por dentro, sólo apareció con cuentagotas pero al menos abrió un carril por la izquierda por el que se coló Varela, espoleado por la nula ayuda defensiva de Pedro Ríos a Córcoles. Nada más hubo en el ataque verdiblanco.

Virtudes

Varela está cuajando. Y hubo fortuna, que siempre es bienvenida.

Talón de aquiles

Sin noticias del cacareado juego combinativo y moderno.