La plantilla del Sevilla ha vuelto este viernes al trabajo, tras la victoria este jueves (2-1) ante el Zenit ruso en la Liga Europa, y ya prepara la cita del próximo domingo en Granada, para lo que ha vuelto a trabajar con el grupo el portero Beto tras dos meses y medio de baja.

Beto sufrió el pasado 4 de febrero en el estadio Santiago Bernabéu una luxación de grado III en el hombro izquierdo, que se produjo al ser arrollado por el delantero francés del Real Madrid Karim Benzema. El meta luso ya tiene el alta médica y puede ser utilizado por el entrenador de la primera plantilla, Unai Emery, aunque parece algo precipitado que vuelva a la titularidad en el estadio Nuevo Los Cármenes. Beto, según ha informado el club, ha vuelto a acortar plazos en su lesión y ha realizado un entrenamiento de plenas garantías, por lo que su incorporación al grupo es total.

Otro futbolista que anoche no pudo jugar en el Sánchez-Pizjuán en la ida de los cuartos de final de la Liga Europa fue su compatriota Daniel Carriço. El central luso se ha sometido a una resonancia magnética que revela que tiene un hematoma importante en el vasto lateral del cuádriceps derecho, producto de un rodillazo recibido en el partido ante el FC Barcelona del pasado sábado. Carriço trabaja ahora para tratar de estar recuperado para el partido del próximo jueves en San Petersburgo ante el Zenit, por lo que es baja segura para Granada.

El portero argentino Mariano Barbosa, por su parte, evoluciona positivamente de su lesión y el próximo lunes se someterá a una nueva resonancia.