Cada jornada que transcurre sirve para aumentar el número de calificativos para una pareja de delanteros que ya pertenece a la historia del Betis. Jorge Molina y Rubén Castro aumentaron en Vitoria su leyenda con sendas dianas que los colocan cada vez más cerca de superar sus mejores registros goleadores en verdiblanco.

Precisamente, ése es el reto que ambos se marcaron hace unas jornadas, cuando sus dinámicas convirtieron en posible alcanzar esas cifras de la temporada 2010-11, que también se culminó con el ascenso a Primera. "Me quedan cuatro goles en siete partidos para superar lo de mi primer año y a ver si lo conseguimos", manifestó Rubén, que ya suma 23 por los 27 de aquel año y que también se mantiene en cabeza de los goleadores de la categoría.

Si las cifras del canario vuelven a ser espectaculares, otro tanto ocurre con las de Jorge Molina. 13 goles en las 16 últimas jornadas han situado al delantero de Alcoy con 15 tantos, a sólo tres de los 18 que sumó en la 2010-11. Más lejos quedan los 26 que consiguió el año anterior con el Elche y que lo llevaron a proclamarse como máximo artillero de Segunda.

72 goles en 179 encuentros en el Betis acumula Jorge Molina por los 106 en 197 de su habitual acompañante, un Rubén Castro que vuelve a recuperar la sonrisa. 178 goles entre esa pareja de delanteros, que no deja de superar marcas históricas de la entidad y que añaden una muesca más en cada encuentro. La última la protagonizó el propio atacante canario, que en Vitoria anotó su primer gol de falta directa como bético, otro registro que sumar a su colección de tantos en verdiblanco. "Estaba convencido que podía marcar y no fue un golazo pero sirvió para hacer el segundo y ganar. Me quedaba marcar de falta y lo conseguí. Lo bueno es que sigo haciendo goles y ojalá llegue pronto el del ascenso", señaló Rubén, esa media naranja perfecta para Jorge Molina y que tantas alegrías vuelven a dar al beticismo.