Liga europa · Fiorentina-Sevilla

La cuarta final, a lo grande (0-2)

  • El Sevilla convierte en puro trámite la vuelta en Florencia logrando dos tantos en el primer tiempo. En Varsovia espera el Dnipro, sorprendente verdugo del Nápoles.

Ya está en Varsovia. 27 de mayo. Defendiendo título en la final de la Europa League. El campeón del segundo torneo europeo ha recorrido todo el camino hasta plantarse en el encuentro que definirá al campeón y en el que defenderá corona. Fácil decirlo. Complicadísimo poder hacerlo. El Sevilla ya lo hizo en 2007, cuando retuvo en Glasgow la gloria de Eindhoven, y ahora optará a repetirlo. Dos finales con Juande. Dos finales con Emery. Y una competición que parece hecha a su medida.

Florencia era la última escala hacia Varsovia y el gran resultado de Nervión presagiaba que el Sevilla defendería título. Borussia Mönchengladbach, Villarreal, Zenit y Fiorentina. Mucho nivel enfrente para una final de ley forjada en una eliminatoria casi perfecta. Gran pegada en la ida. Gran pegada en la vuelta.

La Fiorentina salió presionando, mordiendo, intentando soñar. Y el Sevilla lo convirtió en pesadilla en veintipico minutos llenando de gozo a su hinchada y agrandando un historial europeo imponente. Ya en el primer minuto Coke pudo adelantar al Sevilla, pero fue Sergio Rico el más destacado del Sevilla a pesar del resultado. El global de la eliminatoria no pondera el excelente comportamiento del canterano. 

Gonzalo, un central que cualquiera querría para sí, debió meter a la Fiore en la pelea al cuarto de hora, pero Sergio Rico hizo una parada casi imposible que dejó el 0-0 poco antes de que una falta feísima de Pizarro a Vidal la sacara Banega, Kolo arrastrase a varios defensas sin que ninguno despejase y Bacca se encontrara ante Neto para reventar la red del Artemio Franchi.

La sentencia estaba firmada pero el Sevilla se permitió convertir una semifinal europea en puro amistoso con una falta del laboratorio de Emery que sacó Banega abriendo a Coke y éste prolongó con el pie para que Basanta pifiara y Carriço lograse el 0-2. Luego, ni de penalti marcó la squadra toscana. Ilicic mandó altísimo un penalti de Krychowiak a Pizarro.

Eliminatoria finita. Más de una hora de sobrante y a esperar rival. El Nápoles necesitaba marcar y se encontró con otro gol de Seleznyov, el mismo que calló San Paolo una semana antes. El modesto Dnipro superando a un favoritísimo Nápoles para citarse en Varsovia con el Sevilla. La cuarta final. Y defendiendo título. ¡Qué maravilla!

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